Así, entre 2000 y 2005, el número de teléfonos en casa han pasado de 2.972.518 a 3.517.268, un 18,3% más en tan sólo cinco años. Este aumento es muy superior al incremento de población, producto de la inmigración.

Eso significa que existe un teléfono fijo por cada dos personas empadronadas, mientras que los móviles hace tiempo que superaron a los fijos y cada ciudadano, de media, tiene uno.

Un millón en la capital

En el caso de la ciudad de Barcelona estas cifras han pasado de 909.190 a 972.762, según los datos que recoge el anuario de la Caixa de 2006.

Las ofertas de servicios conjuntos de teléfono, Internet y canales de televisión han impulsado un mercado que ha complementado al teléfono móvil. El siguiente paso será ofrecer dentro de ese pack tarifas planas con llamadas a móviles.

Torrefarrera (Segrià) es el municipio que más ha visto incrementar el número de fijos, con un 84% más en este período de cinco años, hasta 1.521 líneas. Le siguen Sant Quize del Vallès (67,4%, 9.643 líneas) o Cardedeu (60,1%, con 8.310 líneas). Son municipios en los que también se ha experimentado un importante aumento del censo.

Menos teléfonos en seis municipios

Pese al importante aumento  en el conjunto de Catalunya  de las líneas fijas, seis poblaciones de más de mil habitantes han perdido teléfonos: Sant Bartomeu, El Montmell, La Pobla de Lillet, Llívia, Balenyà y La Granja d’Escarp. En este último municipio la cifra bajó un 6,6%. En la corona metropolitana de Barcelona las líneas fijas han subido sobre todo en Sant Cugat (+47%), Molins de Rei (+38%), Gavà (+36%) y Sant Feliu (+32%).