Cerca de un centenar de afectados por las participaciones preferentes, en su mayor parte de Caja Cantabria, se han concentrado esta mañana frente a la sede principal de la entidad, en la Plaza Porticada de Santander, donde han jugado a diferentes juegos de azar, como la ruleta, el monopoli, el parchis, el bingo o a las cartas.

De esta forma, los clientes "estafados" por este producto de inversión, —que se comercializó como si fuera un plazo fijo seguro pese a tener elevado riesgo—, pretenden escenificar cómo los bancos, incluida la Caja cántabra (integrada ahora junto a Cajastur y Caja Extremadura en Liberbank) "han jugado con nuestro dinero".

"Ellos han jugado con nuestros ahorros y nosotros estamos imitándoles, a ver si se dan cuenta de que nosotros no queríamos invertir en Bolsa ni jugar a la ruleta con nuestros ahorros", ha señalado a los periodistas Fernando San Juan, que ha actuado como portavoz de los afectados.

En declaraciones a los medios, ha explicado que con esta convocatoria de juegos pretenden "escenificar lo que todos los bancos han hecho con nuestro dinero", es decir, que "han jugado con nuestros ahorros", según ha insistido.

La iniciativa ha seguido al 'velatorio' que han organizado durante toda la noche, con un ataúd colocado a las puertas de Caja Cantabria con el que representan sus "ahorros muertos" por las participaciones preferentes y por el que pasó el expresidente de la Comunidad Autónoma, el regionalista Miguel Ángel Revilla, para expresarles su apoyo y solidaridad.

Los afectados también colocaron frente a la entidad flores y velas, además de carteles que rezaban 'Réquiem por un ahorrador español' o 'Si tienes una pistola puedes robar un banco, pero si tienes un banco puedes robar a todo el mundo'. A través de estos carteles también han confesado que se sienten "engañados y estafados" y han exigido a los bancos que les devuelvan su dinero y ahorros.

Un mes de agosto repleto de acciones de protesta

San Juan ha avanzado además que este mes de agosto va a estar "bastante repleto" de iniciativas de protesta como éstas, aunque no ha querido desvelar nada al respecto ya que, como ha reconocido, "el factor sorpresa es importante".

"Que tengan por seguro (los bancos) que no nos vamos a callar ni a cansar", ha avisado este afectado. "Que nos esperen que vamos a por ellos", ha agregado.

El portavoz de los clientes con preferentes ha recordado para finalizar que los afectados de Caja Cantabria están "a la espera" de la respuesta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la propuesta que planteó en junio Liberbank para el canje de estos valores por un plazo fijo a cuatro años.

Mientras, otras entidades, como el BBVA, "no han dicho ni Pamplona", y la Caixa, aunque han hecho alguna oferta, no han dado ninguna "solución concreta". Por su parte, los afectados de Bankia están en una situación "realmente mala", ya que el banco en el que se ha integrado Caja Madrid tiene "las manos atadas" al haber sido intervenido.

Visita al bbva

Tras pasar "la noche en vela" por sus ahorros y jugar por la mañana en la Plaza Porticada a diferentes juegos de azar, un grupo de afectados por las preferentes se ha dirigido a una sucursal del BBVA de la calle Calvo Sotelo, y aunque han entrado al interior no han sido recibidos por su director, como pretendían.

No es la primera vez que les ocurre esto, según han asegurado a los periodistas, ya que en anteriores ocasiones tampoco han logrado una entrevista con el máximo representante de la oficina.

Sí han sido atenidos por un empleado de la entidad, a quien han pedido que, además del director, les reciba el jefe del área Norte del BBVA. Ante esta solicitud, el trabajador les ha emplazado a que "vayan a Bilbao".

"Nos hacen perder el dinero y nuestro tiempo", se han quejado los afectados, para censurar que la venta de las preferentes ha sido "una estafa, un robo". "Nos han tomado el pelo", se han lamentado.

Finalmente, el empleado del banco ha optado por avisar a la Policía, a lo que los afectados le han reprochado que "cuando alguien roba al banco, viene la Policía, pero cuando el banco roba a sus clientes, no viene nadie".

"No vamos a volver a confiar en un banco ni en nadie que trabaje en un banco, porque nos han tomado el pelo", han concluido los afectados.