Alrededor de 100 personas, entre alumnos del colegio de Vallelado (Segovia), padres y vecinos, emprendieron una marcha a pie de dos horas para solicitar a la Junta de Castilla y León que mantenga en el colegio del municipio la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) el próximo curso.

Los participantes se niegan a que el servicio de 1º y 2º de ESO sea eliminado porque aseguran que en el centro los jóvenes reciben una formación de calidad, avalada por los buenos resultados escolares obtenidos y la proyección deportiva, educativa y social que demuestran. A pesar de su pequeño número de habitantes —menos de mil—, entre los niños hay campeones regionales y nacionales, según argumentan.

Sin embargo, el colegio no alcanza en Secundaria el número de matrículas estipulado para el mantenimiento de estos estudios, fijado en 17, de ahí que la Consejería de Educación haya fijado su suspensión para el curso académico entrante. Ello obligará a que los estudiantes deban desplazarse hasta Cuéllar, localidad a unos diez kilómetros de Vallelado.

Madres, padres, menores y vecinos han llevado a cabo diferentes acciones reivindicativas y han anunciado que continuarán con sus movilizaciones para evitar el cierre. Ayer, partieron desde el pueblo a las 18.30 para recorrer a pie el tramo que conecta con la villa cuellarana, a donde llegaron dos horas después acompañados por el portavoz del PSOE en la Diputación, José Luis Acebes. Allí leyeron un manifiesto.

El presidente de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) 'La Rueca' de Vallelado, Laurentino Pascual, invitó a todos los segovianos, asociaciones, sindicatos y partidos políticos a que apoyen su reivindicación y agradeció las más de 600 firmas recogidas en el municipio para pedir la permanencia del servicio, así como el respaldo del Pleno del Ayuntamiento de Vallelado y la Diputación segoviana.

El AMPA recuerda en un comunicado que la ESO lleva funcionando muchos años con buenos resultados y señala que los responsables de educación de la Junta todavía no han demostrado que sus hijos vayan a mejorar con su traslado a otro instituto, ni tampoco que se ahorren costes. Indican que, además, los jóvenes perderán el arraigo al pueblo y a su entorno cotidiano con tan sólo 12 años.

Según subraya, ello repercutirá en la mayoría de los casos en el abandono del municipio para replantearse la vida en otras localidades con más habitantes, lo que en su opinión llevará más despoblación al medio rural.