La consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, han inaugurado este jueves la segunda fase de las obras de rehabilitación de la Plaza Redonda de Valencia después de unas obras que buscan una plaza "recuperada, rehabilitada y revitalizada", ha destacado la primera edil.

Bonig ha señalado, en un comunicado, que esta pieza arquitectónica, declarada Bien de Interés Cultural y vinculada desde su origen al pequeño comercio, "va a recobrar una imagen renovada que mejorará el carácter turístico y cultural del centro de la ciudad".

La consellera ha añadido que "la Generalitat apuesta por la rehabilitación para mantener en uso los edificios históricos. Queremos hacer de la Comunidat un lugar donde las ciudades sean más accesibles, mejor equipadas, con mejores infraestructuras, más verdes, con espacios públicos de calidad que favorecen la integración y les proyecten al futuro".

Por su parte, la alcaldesa de Valencia ha expresado, en una nota, su alegría por la culminación de "una inmensa obra de recuperación de nuestro patrimonio histórico que va a permitir a los valencianos y a los visitantes disfrutar de la singularidad, belleza y gracia" de un espacio urbano que es "el centro geográfico de la Valencia histórica".

Además, ha destacado la triple vertiente de recuperación urbana, rehabilitación y revitalización que confluyen en una actuación singular en la que se ha invertido 5 millones de euros, esfuerzo inversor compartido con la administración Autonómica y el Gobierno central.

La Plaza Redonda de Valencia es obra de Salvador Escrich. La construcción data de 1837 aunque se completó en 1848. "Es un ejemplo único de espacio urbano circular, uniforme y cerrado, encajado en la irregular trama del centro histórico", ha manifestado la alcaldesa, quien ha resaltado la "enorme dificultad" para recuperarla, ya que no es una plaza de propiedad municipal.

Rita Barberá ha indicado que la rehabilitación ha tenido en cuenta la complejidad del emplazamiento y sus accesos, el entorno protegido, la logística, el diseño arquitectónico y la obra de ingeniería, y el diseño de todas y cada una de las piezas, desde los cristales de la cubierta al pavimento de diferentes tamaños y formas, las tapas de las arquetas e incluso la plancha de acero inoxidable que circunda en cerco de la plaza y en la que se han grabado los diferentes nombres que ha tenido y también un fragmento de la novela 'Arroz y Tartana' donde Blasco Ibáñez cuenta "la aventura de comprar en la plaza redonda".

Nueva cubierta

De forma muy especial se ha referido Rita Barberá a la nueva cubierta central que sustituye a la anterior, de 1916, y que responde a un nuevo e innovador concepto espacial que tiene en cuenta la inercia térmica y el mantenimiento. Esta cubierta incorpora 650 metros cuadrados de chapa de acero inoxidable que forman un trazado que evoca el encaje de bolillos, 336 piezas de vidrio de gran formato, un cristal especial para proteger del sol, un canalón situado en el aro central que recoge el agua de lluvia y los toldos necesarios para proteger los puestos de venta en las horas más calurosas del día.

Igualmente se ha referido a que el mantenimiento de la actividad comercial fue una condición impuesta por el Ayuntamiento durante los trabajos de restauración, entre otras cosas debido al atractivo turístico de esta plaza singular en la que se desmontó la fuente existente, instalada en 1850, para restaurarla y volverla a colocar en el centro.

"Hemos rehabilitado la plaza y la hemos dotado de los servicios propios del siglo XXI, y por eso quiero felicitar a todos cuantos han participado en este esfuerzo, en esta gran obra, empezando por los vendedores de productos muy artesanos y muy tradicionales", ha remarcado.

Rita Barberá, por último, ha afirmado que el aspecto revitalizador de esta importante obra tiene que tener como consecuencia que la Plaza Redonda, una vez recuperada y puesta al día "actúe como catalizador del comercio de esta zona de la ciudad, y al mismo tiempo se convierta en una visita obligada para los turistas que llegan a Valencia".