La cordial relación entre Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo parece ya historia. Ambos llevaron de forma ejemplar su divorcio y posteriores noviazgos con terceros, pero el hecho de que el torero presentara la semana pasada una demanda ante el Tribunal de Familia de Madrid solicitando la guardia y custodia de su hija Cayetana ha desatado una guerra entre él y su exmujer (y su familia, la casa del Alba), de la que los medios de comunicación se apresuran a dar todos los detalles.

Eugenia mantiene la custodia de la niña, llamada cariñosamente Tana por los suyos, desde que la pareja se separó en el año 2002, si bien el torero siempre ha disfrutado de un amplio régimen de visitas. Sin embargo el diestro ha decidido trasladarse a vivir a Sevilla junto a su actual novia, Lourdes Montes, y tiene intención de llevarse a la pequeña con él.

Al parecer, la madre no se opone a que pase el tiempo necesario con el padre y así ha sido siempre, aseguran fuentes cercanas al entorno familiar en Vanitatis, pero no está de acuerdo en que cambie de colegio, de residencia, de entorno familiar y de amigos. Ese sería el origen de la oposición de Eugenia, que ha motivado la demanda del torero.

En la Casa de Alba todos los hermanos apoyan a Eugenia, consideran innecesaria la medida legal y no se explican qué necesidad tenía el torero de organizar este lío cuando las cosas se podían haber llevado de otra manera, asegura la periodista Paloma Barrientos.

En cuanto a la duquesa de Alba, que tantas veces se había enfrentado a su propia hija por la predilección que siempre ha sentido por el padre de su nieta, asegura que su yerno favorito "ha muerto" para ella. Con esto quiere decir que ahora estará en la lista de personas non gratas para la Casa de Alba. "Esto no ha hecho más que empezar -aseguran sus amistades-. Cayetana es la mejor y más generosa del mundo, pero como le hagas alguna faena, y más a alguien de su familia, olvídate de ella para siempre".

Por su parte, la hija de la duquesa de Alba parece estar poniendo trabas al proceso de anulación de su matrimonio católico con Francisco, que éste solicitó hace años. Según informó ayer martes la web Chance, Eugenia no se presentó el pasado 17 de julio ante el Tribunal Eclesiástico de Madrid para prestar declaración respecto al trámite de nulidad. Horas antes de la cita, envió un comunicado por medio de su abogado alegando motivos laborales con la firma Tous para excusar su asistencia. Algo que, según Chance, no deja de sorprender dado que "las obligaciones laborales con la firma catalana son más bien flexibles y nunca hasta ahora le han impedido cumplir con una cita importante", asegura el medio.

Por otro lado, Eugenia siempre ha mantenido que si la nulidad era importante para su exmarido no pondría ningún impedimento en los trámites. "Sé que para Francisco era importante, por eso no puse impedimento", declaró en una ocasión.

Hoy las revistas del corazón apuntan a que detrás del inesperado proceder del torero está su actual novia, Lourdes Montes, que podría estar embarazada, según apuntó la periodista Beatriz Cortázar en televisión, citando a fuentes cercanas a la pareja.

Cayetana Rivera está a punto de cumplir trece años y por lo tanto su opinión se tendrá en cuenta en el proceso, aunque pesará el bien del menor. Ella, al parecer, se inclina por irse a vivir con su padre, pero al parecer la familia Alba se centrará en hacer todo lo posible para que la pequeña Cayetana no tenga que someterse a un interrogatorio del juez en los juzgados.

En los próximos días está previsto que se proceda a una vista oral y en esta podrían adoptarse medidas provisionales. De no haber acuerdo, habrá juicio en septiembre.