El incendio de Portbou (Girona) ha dejado un balance trágico de cuatro personas muertas y 22 heridas. La imagen de más de un centenar de personas bajando por el acantilado huyendo de las llamas para intentar llegar al mar difícilmente se borrará de la retina de los testigos.

Xavi Barranco, vecino de Portbou y concejal de este ayuntamiento, ha explicado que cuando han visto que la gente huía barranco abajo, ha ido a por sus barcas junto a otro vecino y el encargado del puerto para intentar rescatar a los atrapados por el fuego. "Cuando estábamos a unos 50 metros, una familia ha entrado en pánico y ha saltado al mar", ha recordado Barranco. El padre y una hija han muerto, pero pudieron rescatar con vida a la madre y dos hijos más —una niña y un niño— a quienes han evacuado al hospital.

Portbou (Alt Empordà) estaba de fiesta mayor este domingo y muchos vecinos estaban en la Rambla participando o viendo una carrera popular. En esta carrera estaba Xavi Barranco, que ha explicado que en aquel momento les avisaron de que se había originado un fuego en la carretera hacia Francia. Se trata de una vía estrecha, con un carril por sentido y que bordea la costa por encima de los acantilados.

Cuando se han acercado hasta la playa, la escena era dramática. Barranco ha detallado que la carretera estaba totalmente colapsada porque, como el fuego de la Jonquera había obligado a cortar tanto la N-II como la AP-7, habían desviado los vehículos por Portbou. "Había camiones y autobuses, y esta carretera no tiene capacidad para absorber este tráfico", ha afirmado.

Las llamas y el colapso habían atrapado a unos 200 vehículos que no podían ir hacia adelante ni hacia atrás mientras veían cómo el fuego se acercaba peligrosamente. Por eso, la mayoría de personas han optado por abandonar el coche y andar acantilado abajo, para intentar acceder al mar.

"Cuando hemos visto que había familias que intentaban ir montaña abajo hacia el mar, hemos cogido las barcas para ir a sacar a esta gente", comenta Barranco. El barranco tiene por un lado un camino mínimamente marcado que permite llegar hasta abajo, pero por la otra parte se acaba abruptamente y no hay opción a continuar. Por este último lado es por donde han bajado un matrimonio y sus tres hijos. "Cuando estábamos a unos 50 metros, han entrado en pánico y han saltado", ha explicado Barranco, que ha detallado que han saltado desde una altura de unos 30 metros sobre el agua.

"A la madre y a una hija las hemos rescatado enseguida, las hemos llevado al puerto y las han podido atender", ha recordado Barranco. Al hijo pequeño también lo han podido evacuar, pero no han podido hacer nada para salvar a las dos víctimas, el padre, de unos 60 años, y una hija de 15.