Unas 1.300 personas han pasado la noche de este lunes en pabellones de varios municipios de Girona, en la base militar de Sant Climent Sescebes y en otros puntos habilitados tras quedar atrapados por el incendio que arrasa varios municipios de la comarca del Alt Empordà.
Así lo ha explicado el conseller de Interior, Felip Puig, desde el centro de mando avanzado en el parque de los Bomberos de la Generalitat en Figueres, donde se ha reunido el consejo asesor.
Los municipios de Llançà, Figueres, Roses, Colera, Girona y Avinyonet han acogido a personas evacuadas de sus casas o viajeros que no han podido continuar al quedar cortadas la autopista AP-7, la N-II y la N-260, además de otras carreteras secundarias, y la línea ferroviaria Figueres-Portbou.
La Generalitat ya ha levantado la orden de confinamiento obligatorio a todos los habitantes del Alt Empordà, que se mantenía desde el domingo por la noche aunque a las 8 horas de este lunes en 17 municipios seguían obligando a los vecinos a quedarse dentro de casa de manera preventiva.
400 camiones han pernoctado en aparcamientos de Montmeló y Vilamalla, 200 en cada uno, y a primera hora de la mañana de este lunes quedaban 150 en cada uno.
El conseller también ha asegurado que una quincena de municipios tienen problemas con el suministro eléctrico, y que el fuego ha afectado a repetidores de telefonía móvil.
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