Los ocho grupos que participan durante estos días en el XXXIII Festival Folklórico Internacional de Extremadura que se celebra hasta el día 24, han sido recibidos en el Ayuntamiento de Badajoz, por parte del alcalde, Miguel Celdrán, y la directora del Centro de las Artes Escénicas y de la Música (Cemart), Milagros Rodicio

En el acto han estado presentes grupos de folklore de Coahuila (México), Montenegro, Nueva Zelanda, República de Ossetia (Rusia), Santarem (Portugal), Viveiro (Galicia), Tenerife y Badajoz, junto con el director del certamen y del Consejo Internacional de Organizaciones de Festivales de Folklore y de las Artes Tradicionales (CIOFF) de España, Rafael Maldonado; el director del teatro López de Ayala, Miguel Murillo, y miembros de la corporación municipal.

En su intervención, Milagros Rodicio ha recalcado que estos grupos "hacen más grande" la región al traer su cultura, forma de vida y música y les ha deseado una estancia "muy feliz", que "todo sean aplausos" y que se lleven "este calor climático" y el "calor" de los "corazones" de los extremeños y pacenses.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Miguel Celdrán ha destacado lo "sumamente cariñosa", a la par que "algo calurosa", que es Badajoz, que data del siglo IX, con sus visitantes y ha invitado a los grupos folklóricos a visitar "en su tiempo libre" la ciudad y sus monumentos que son "historia vida de lo que ha sido España durante tantísimos años".

También ha considerado que este festival folklórico "agrada" a los pacenses y a los extremeños y ha apuntado que permite conocer nuevos amigos, culturas y maneras de vivir.

Cabe destacar que el acto ha incluido un intercambio de regalos, que han consistido en un libro sobre la ciudad de Badajoz y otro sobre sus baluartes y un 'pen drive' con información turística por parte del consistorio y libros sobre arquitectura, retablos o fotos de Extremadura por el Ejecutivo autonómico.

A su vez, los grupos folklóricos han traído objetos típicos de su tierra, como una pieza de cristal negro de Nueva Zelanda que simboliza la vida, una botella de vodka y una capa típica de Osetia o botellas de vino de Macedonia y Montenegro, junto con CD de música y libros.