Al menos 280 personas han muerto este jueves en Siria, la mayoría en Damasco y su periferia, por la represión de las fuerzas gubernamentales. Entre los fallecidos hay 119 civiles, 60 rebeldes y 98 miembros de las fuerzas militares del régimen de Bashar al Assad, según el balance hecho público este viernes por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos a través de su cuenta de Facebook.

Según el informe, se registraron quince muertos en la capital, Damasco (diez civiles y cinco combatientes rebeldes), y otros 46 en su provincia (32 civiles y 14 rebeldes), incluidos 20 civiles solo en Irbin. Aparte, el informe del Observatorio —con sede en Londres y que cuenta con una red informante en el interior procedente tanto de las fuerzas opositoras como de las organizaciones civiles y de las fuerzas de seguridad— da cuenta de doce muertos en Deraa (sur), 19 en Homs (13 civiles y seis rebeldes), 26 en Idlib (11 civiles y 15 rebeldes), 36 en Deir al Zor (22 y 14) y doce en Hama (nueve civiles).

En cuanto a miembros de las fuerzas de seguridad muertos en la jornada del jueves, el informe registra 98 casos en las provincias de Alepo, Damasco, Deraa, Idlib, Homs, Hama y Deir al Zor.

El régimen sirio ha intensificado sus operaciones tras el atentado del pasado miércoles en la capital que acabó con la vida del ministro de Defensa, general Daud Abdelá Rayiha; del viceministro de este departamento y cuñado del presidente, Bachar al Asad, general Asef Shaukat, y el asistente presidencial Hasan Turkmani. Según los grupos opositores, durante la jornada de este jueves las fuerzas leales a Al Asad bombardearon zonas residenciales de los suburbios Zamalka, Eid Turmah, Yobar y Zabadani, entre otros.

Dentro de la capital, los bombardeos y choques entre los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) y los efectivos gubernamentales se centraron en los barrio de Al Mezzeh y Kafr Suse, en el suroeste, y en Al Midan, en el centro. Este viernes, el régimen anunció que había conseguido recuperar el control de este último distrito tras expulsar a "terroristas y mercenarios".

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones impuestas por el régimen a los periodistas para trabajar. Este jueves, los rebeldes consiguieron hacerse con el control de al menos ocho puestos fronterizos con Irak y dos con Turquía. Una fuente policial de Irak confirmó que todos los cruces con la provincia iraquí de Al Anbar, la que comparte una mayor frontera con Siria, estaban en manos rebeldes.

Entretanto, en el ámbito diplomático, el Consejo de Seguridad de la ONU fue incapaz este jueves por tercera vez de emitir una resolución sobre Siria por el veto de Rusia y China. La resolución contemplaba sanciones económicas y políticas, y que contenía también la renovación del mandato de los observadores.

Desde el inicio de la revuelta siria, en marzo de 2011, un millón de personas han sido desplazadas dentro del país. Lo ha confirmado este viernes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) que ha añadido que "miles de sirios" huyeron el pasado jueves al Líbano". Los informes indican que los muertos podrían ascender hasta 17.000.

El general Hisham Ijtiar, el jefe de la Seguridad Nacional siria, murió este viernes a causa de las heridas sufridas en el atentado del pasado miércoles en Damasco. Otros tres destacados miembros del régimen sirio murieron en el  mismo ataque. Ijtiar resultó herido junto al ministro de Interior, Mohamed Ibrahim al Shaar.