La titular del Juzgado de Instrucción 2 de Granada, la magistrada Ángeles Jiménez, ha archivado por segunda vez el caso sobre el posible robo de una niña en 1990 en el Hospital Clínico de Granada, que se reabrió de nuevo para practicar unas nuevas pruebas en el Instituto de Toxicología de Sevilla a los restos del supuesto bebé.

Según han informado a Europa Press fuentes del caso, esas pruebas han concluido que los restos son los de un niño o una niña que padecía un síndrome de hepatitis neonatal, aunque sin especificar su posible edad, con lo que la juez ha procedido a dictar el sobreseimiento libre, resolución que sin embargo ya ha sido recurrida por la familia.

La nueva prueba se ordenó por el Juzgado después de que el padre de la niña aportara al caso un informe de un prestigioso experto que constató que los restos no eran los de un bebé recién nacido, con lo que quedó en cuestión el primer informe que realizó Toxicología en Madrid, que indicó que "en un 99,9 por ciento" eran de su hija, lo que la familia consideró de una "gravedad extrema".

El padre de la niña, Eduardo Raya, afirmó que ese informe evidenciaba que el caso se había sobreseído en base a una prueba falsa, y la investigación se reactivó, pero ha sido de nuevo archivada, y en esta ocasión, no provisionalmente, como inicialmente.

La posible sustracción fue la primera denunciada en España y la primera también que la Fiscalía denunció ante un juzgado en Granada.

La familia tenía previsto pedir, si la juez autorizaba de nuevo el comienzo de la instrucción, la imputación de un total de 15 personas, entre médicos, enfermeras y personal sanitario que participó en el parto, y la declaración como testigos de otras 14 personas. También anunció que solicitaría el cambio del grupo investigador, puesto que la familia desconfía de la diligencia y el interés del actual, pero finalmente sus peticiones no han podido ser materializadas por ahora, al decretarse el archivo de las actuaciones.