La directora general de Tráfico, María Seguí, ha asegurado este jueves en Santander que no ha existido "ninguna presión en absoluto" desde su departamento para que los agentes de tráfico incrementen el número de multas, tal y como denunció recientemente la Unión de Guardia Civiles, y ha defendido que su voluntad es "contribuir con las herramientas que tenemos para el cumplimiento de las normas".

Así se manifestó en un encuentro con los periodistas previo a su participación en el encuentro 'Sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y desarrollo de la Ley General de Salud Pública' que se celebra esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), organizado en colaboración con la Escola de Salut Pública Llatzeret y la Sociedad Española de Epidemiología.

Seguí, que participó en la mesa redonda '¿Qué debe hacer la salud pública por la sostenibilidad del SNS?', aclaró que el sistema de remuneración de los agentes es "potestad" de la Guardia Civil y opinó que todos los principios que lo rigen son "absolutamente legítimos" y están enfocados "al bien del público". Además, agradeció "profundamente" la buena labor de los que "cada día ponen su vida en peligro para ayudar a los demás".

Sobre la modificación de las normas de velocidad que se plantea la Dirección General de Tráfico (DGT), sostuvo que se incluirá en el reglamento de circulación que se aprobará "hacia finales de año" ya que requiere, dijo, "un procedimiento que no controlamos al cien por cien".

Durante su intervención, Seguí hizo hincapié en algunos datos registrados por la DGT en los últimos años y que indican que "solo el uno por ciento" de los controles de alcoholemia realizados al azar en las carreteras españolas son positivos, aunque subrayó que la cifra todavía representa a 100.000 personas.

A preguntas de los periodistas, Seguí recordó que la DGT ha puesto en marcha una campaña especial de tolerancia cero con el consumo de alcohol y drogas al volante, con miles de controles en todas las vías, horas y días de la semana, que durará hasta el 15 de julio.

No obstante señaló que esto "no es más que el inicio" de un nuevo modelo de intervención para controlar la conducción bajo los efectos de sustancias ilegales "que se implementa ahora pero que continuará a lo largo del año". De hecho, recalcó que se pondrán en marcha "tantos controles como el presupuesto permita" ya que, a su juicio, "cualquier esfuerzo es poco" para evitar conductas irresponsables.