El exdirector general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía Daniel Alberto Rivera, imputado en la causa de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos, ha aprovechado este jueves su alegato final para decir que "como ciudadano y como militante de un partido político, considero que un corrupto no puede ser socialista".

Varios abogados presentes en la declaración han informado a los periodistas de que, en su alegato final al concluir el interrogatorio de la juez, el imputado ha dicho también que "me repugna la corrupción política" y que "no ha obtenido beneficio económico ni de ningún tipo, ni directo ni indirecto, a pesar de haber manejado una gran cantidad de dinero público".

Asimismo, el imputado ha señalado que, a mediados del pasado mes de abril de 2012 y siendo director general de Trabajo, remitió al Juzgado una veintena de casos de 'intrusos' detectados en la Faja Pirítica de Huelva y en Mercasevilla, personas que recibían las ayudas a pesar de que no cumplían una serie de requisitos, como no haber cumplido los 50 años preceptivos.

Durante la tarde de este jueves, se celebrará una comparecencia en la que la Fiscalía Anticorrupción y el resto de acusaciones podrán solicitar la imposición a Rivera de algún tipo de medida cautelar, como por ejemplo la imposición de una fianza civil.