Dos alpinistas catalanes han muerto este jueves en los Alpes suizos tras coronar el pico del Eiger, una montaña de 3.970 metros de altura situada en este macizo montañoso. Se trata de Òscar Luceño, vecino de Prats de Lluçanès (Barcelona), y de Josep Maria Salvat, de Vilallonga del Camp (Barcelona).

Desde el Ayuntamiento de Prats de Lluçanès se ha informado que los dos alpinistas hicieron cumbre desde la localidad de Grindelwald entre los días 3 y 4 de julio. El mismo 4 contactaron con los familiares y tenían la intención de bajar hasta la estación de tren de Jungrajoch. El día 5, la policía de Berna fue informada de que los alpinistas no habían llegado a su destino, por lo cual organizaron un vuelo en helicóptero con técnicos especialistas de rescate. Fue entonces cuando encontraron a los dos alpinistas ya muertos. Los cuerpos se encuentran en la capilla del cementerio de Lauterbrunnen.

El alcalde de Prats de Lluçanès, Lluís Vila, ha indicado que los dos excursionistas eran expertos en montaña. Los familiares se desplazaron a Suiza este jueves con la esperanza de encontrarlos todavía vivos, pero a medio camino les informaron del desenlace, por lo que decidieron volver. Este viernes han salido, de nuevo, hacia Suiza porque se debe practicar la autopsia a los alpinistas antes de repatriar sus cuerpos.

Vila también ha explicado que no se decretará ningún acto de luto, pero que se aprovechará un concierto de una coral austriacaaustríaca —Austria es también un país alpino— para hacer un homenaje al vecino muerto en el accidente.