Josele Ferré: "Tuvimos que tirar las mangueras y salir corriendo. Te sientes vencido por el fuego"

  • Es uno de los miembros de la brigada forestal de Alborache (Valencia).
  • Junto a sus tres compañeros, controla el incendio de Cortes de Pallás.
  • Trabaja dos días seguidos, en turnos de 12 horas, y descansa otros dos.
  • El humo le obligó a tumbarse en el suelo para respirar algo de oxígeno.
  • No es ni mileurista, pero valora el reconocimiento y gratitud de la gente.
Josele Ferré, junto a sus compañeros de la brigada forestal de Alborache (Valencia).
Josele Ferré, junto a sus compañeros de la brigada forestal de Alborache (Valencia).
J. F.
Josele Ferré, junto a sus compañeros de la brigada forestal de Alborache (Valencia).

Josele Ferré decidió echarse al monte. Tras un año en el paro y con tres hijos que mantener, este electricista valiente se hizo brigadista forestal hace dos meses y ahora trabaja controlando el incendio de Cortes de Pallàs, en Valencia. Peligro, calor y hasta falta de aire lo acompañan en este oficio, con el que no consigue ni ser mileurista. La gratitud de la gente es la mejor paga para este padre coraje, que ha corrido 11 maratones de 42 kilómetros cada uno empujando un carrito en el que lleva a su hija María, que sufre síndrome de Rett.

¿Dónde está ahora?

Estoy con mi brigada forestal en un punto de vigilancia en el monte, en la base municipal de Alborache, en Valencia. Somos cuatro hombres. Desde aquí vemos la zona quemada.

¿En qué fuego ha trabajado estos días?

En el de Cortes de Pallás. Trabajamos dos días, en turnos de 12 horas, y descansamos otros dos.

¿Cómo ha ido?

Una mañana perimetramos una zona quemada y la separamos de la verde. Después de comer, fuimos a apagar un rebrote, pero nos quedamos sin agua y, como hacía viento, el fuego se nos echaba encima. Tuvimos que tirar las mangueras y salir corriendo. La zona que habíamos protegido, se quemó. Te sientes impotente, vencido por el fuego. Los grandes incendios necesitan grandes cantidades de agua.

Ha sido duro.

Las condiciones de trabajo son extremas, llevas el mono, pasas mucho calor y pones tu vida en peligro. Siempre hay que tener en mente por dónde vas a huir si se te echa encima.

¿Ha temido por su vida?

No he temido porque en el monte me desenvuelvo bien, pero pones en peligro tu integridad. Estás al lado de un fuego enorme y con las condiciones idóneas para que se extienda. Por ello, la colaboración entre las brigadas es muy extrecha y el compañerismo, extremado.

¿En qué consiste su trabajo?

Cuando no hay fuego, nos dedicamos a labores de mantenimiento del monte. Lo limpiamos, hacemos cortafuegos y zanjas de seguridad. Cuando se origina un incendio, como somos una brigada de segunda intervención de la empresa Imelsa, trabajamos como apoyo a la de primera intenvención. Perimetramos la zona quemada y la separamos de la zona verde por si rebrota el fuego.

¿Qué equipo llevan?

Motosierras, desbrozadoras y batefuegos, que son una especie de palas con las que se asfixian las llamas. Además de cascos, mascarillas y trajes ignífugos.

¿Y cómo les afectó la noticia de la muerte del piloto de helicóptero?

Es un desaliento. Entristece nuestra labor y pensamos que mañana nos puede pasar a nosotros. Nos afecta muchísimo. Trabajamos con emisoras, así que nos enteramos de los accidentes y de todo. Incluso te enteras si otras brigadas corren peligro. Unos brigadistas debían de estar respirando mucho humo y oímos cómo un coordinador les gritaba que salieran de allí.

¿Cómo se protegieron de la enorme nube de humo y ceniza?

Llevamos una mascarilla, pero solo filtra las partículas. Si hay mucho humo, sufrimos falta de oxígeno, entonces nos agachamos, nos ponemos en posición fetal y respiramos el aire que hay a ras de suelo, porque el humo tiende a subir. Lo hacemos bastante a menudo. Pero la nube de humo que llegó a Valencia no era irrespirable, solo creó alarma social.

Parece un trabajo extremo y estresante, ¿por qué se hizo brigadista?

Yo soy técnico electricista, pero no encontraba trabajo de mi oficio a causa de la crisis y llevaba ya un año en el paro. Me gusta mucho el monte y en este trabajo, tu lugar está en el monte. Además tengo tres hijos que mantener y la mayor, María, sufre el síndrome de Rett.

¿En qué consiste este síndrome?

Es una enfermedad genética y altamente incapacitante que se da principalmente en niñas, aunque en nuestra familia no viene precedida de ningún caso. Las niñas nacen bien y hasta que tienen un año y medio son normales. A partir de esta edad, sufren una regresión. María tiene ahora 13 años y una discapacidad del 87%.

Creo que participa en maratones llevando a María en un carrito.

Sí, María sufría episodios de introversión y apatía, e incluso se autolesionaba. Así que pensé que ir más rápido de lo normal en su carrito la haría estar más despierta y más alerta, saliendo de ese estado apático. Y mis sospechas fueron ciertas. Cuando corremos sonríe y si la llamas, atiende. Es un estímulo para ella. Empezamos a correr en 2008 y ya hemos hecho 11 maratones de 42 kilómetros cada uno.

¿Desde cuándo es brigadista?

Desde hace muy poco, empecé el pasado 1 de mayo. Hice unos cursos muy intensivos y, una vez superados, pasé a la reserva y tuve la suerte de que me llamaran.

¿Qué piensa de que barajen la hipótesis de que los causantes de alguno de los fuegos fuesen brigadistas?

No sé que pensar. Me extraña mucho. Un brigadista vive en el monte y para el monte. Es como si un bombero prendiera fuego a algo o un policía robara. Es contranatura y me resulta muy difícil de creer.

¿Cómo ha sido la colaboración ciudadana?

Cuando hay un incendio todas las carreteras se cortan y el acceso es difícil, pero a la hora de la logística recibimos comida y bebida de los pueblos. Se ponen a hacer bocadillos como locos. Cuando salimos de la zona del incendio, está allí la gente esperándote. Sales con desánimo, pero ellos te dan las gracias y muchas muestras de apoyo. Más importante que lo que nos pagan es el reconocimiento de la gente.

¿Cuánto cobran?

Este trabajo no está bien pagado. Son menos de 1.000 euros al mes. No somos ni mileuristas. Así lo dice el convenio.

¿Pero cuántas horas trabajan en total?

Trabajamos 12 horas cada día y 15 días al mes.

¿Qué debería hacerse para evitar este tipo de incendios?

Si supiera contestarte con certeza, tendría la clave. Deberíamos estar socialmente más preparados y no hacer las cosas a toro pasado. El monte debería estar más sectorizado con zanjas de seguridad y contar con más medios materiales. Deberíamos tener más previsión y estar preparados para un gran incendio o para cualquier otra catástrofe. Este fuego ha sido una catástrofe natural en toda regla. Se ha quemado bosque bueno, de árboles adultos y grandes. Han ardido reservas naturales y han muerto muchos animales.

¿Qué han hecho mal las administraciones?

El monte lo deben cuidar las administraciones, pero también nosotros. A todos nos gustaría que no hubiera ocurrido este incendio, pero yo no puedo decir si la administración lo ha hecho bien o no. Yo creo que es más un problema social. Tendría que haber más respeto por la naturaleza.

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