Izquierda Unida de La Rioja sigue reclamando el cierre inmediato de la central nuclear de Garoña y considera un disparate el anuncio de que finalmente se volverá a prorrogar su funcionamiento hasta el año 2019, según dice la coalición en un comunicado.

Para IU, "esta decisión demuestra la sumisión del gobierno del PP a los intereses del lobby energético nuclear y del poder económico de las grandes compañías eléctricas, mientras desprecia los riesgos que corre la ciudadanía como consecuencia de la actividad de la central".

Izquierda Unida afirma "la central nuclear de Garoña, ubicada a sólo 30 kilómetros de La Rioja, debería estar cerrada desde hace una década, al tratarse de una vieja central de primera generación que provoca peligros reales en nuestro entorno y medio ambiente".

Recuerda que "Garoña ha sufrido serios problemas de estructura y corrosión en el reactor que derivaron en más de ocho accidentes en los últimos años y que el propio Consejo de Seguridad Nuclear ha reconocido la existencia de numerosos elementos severamente degradados". Del mismo modo, su funcionamiento sigue ocasionando graves problemas de contaminación térmica en el río Ebro.

"Sin embargo -añade-, a pesar de esta situación, se prorroga nuevamente su funcionamiento, en este caso hasta 2019, superando los 40 años que se consideran de vida útil de una central nuclear".

Señala que "el anterior Gobierno del PSOE también prorrogó el funcionamiento de la central nuclear de Garoña hasta 2013, incumpliendo su promesa electoral de cerrar la central de Garoña y retrasando el desarrollo de un plan razonable de sustitución de la energía nuclear por energías renovables".

A juicio de IU, "esta situación sólo se puede entender a partir de la sumisión de los distintos gobiernos del PP y el PSOE a los intereses del lobby energético nuclear y del poder económico de las grandes compañías eléctricas". Así, "mientras se niega un futuro a las cuencas mineras se cede ante las presiones del lobby nuclear".

Por todo ello, IU se ratifica "en la peligrosidad y los graves riesgos para la ciudadanía que entraña la energía nuclear y junto al cierre inmediato de la central de Garoña, reclama un Plan Energético real que sustituya la energía nuclear por la producida por fuentes renovables autóctonas, más seguras social y ambientalmente, generadoras de empleo y que contribuyen decisivamente a la autosuficiencia energética".