La escritora catalana Ana María Moix cree que "el mundo de la cultura se ha bajado los pantalones ante el mundo del dinero", una situación ante la que "hace tiempo que se tenía que haber hecho algo" pero no se ha hecho porque a "los intelectuales se les ha devaluado y se les ha tapado la boca con dinero".

Y es que Moix ha criticado que las editoriales estén dirigidas por "hombres con corbata y una calculadora en la mano", especialistas "financieros", en lugar de por editores profesionales y personas del mundo de la cultura.

"Esto es lamentable y lleva sucediendo desde los años 80", ha denunciado la poeta y escritora de cuentos, que ha recordado la figura de su "mentor", el editor y poeta Carlos Barral, de quien ha dicho: "si resucitará y viese que el consejo de su editorial está dirigido por gerentes y banqueros, en lugar de por editores, se suicidaría y se desesperaría".

La escritora ha realizado estas declaraciones en Santander, donde imparte el curso 'Detrás del telón' en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y en donde, en una rueda de prensa, ha manifestado que la cultura española "lleva 30 años en crisis", años en los que ha caído en la "mediocridad".

Moix ha indicado que, aunque la crisis económica es "brutal", la crisis de la cultura está cayendo en "el abandono" debido al "debacle" en el que lleva "inmersa muchos años" y que en su día, ha dicho, ya predijo Barral en sus memorias, en donde indicó que "se avecinaba un cambio".

La también novelista y traductora ha avanzado que lleva "mucho tiempo" trabajando en su próxima "novela de ficción", pero no ha querido adelantar más de este proyecto porque, además de ser "supersticiosa", cree que "todo proyecto es cambiante a medida que se va escribiendo" por lo que aún no lo puede definir.

Además, Moix ha señalado que se considera una escritora "mucho más intuitiva que racional", y por ello nunca prepara el tema, los personajes y las tramas de sus libros de antemano. "Si tuviese que saber desde el primer momento cómo voy a escribir una novela sería yo la primera en aburrirme", ha dicho.

El cuento está "desvalorizado"

Por otro lado, esta escritora de cuentos, que ha reivindicado este género por creer que está "desvalorizado", ha recordado sus inicios en el mundo editorial, en los años 60, una época "de cambio" en la que su Barcelona natal acogió una generación de diseñadores, escritores, directores de cine o pintores, entre otros, que tenían como "fuente de inspiración" todo lo que llegaba del exterior, sobre todo de Francia.

Estos profesionales que desarrollaban su labor en los tiempos de la dictadura franquista, ha recordado, hicieron "un favor al cambio cultural y también político" a pesar de que fueron "muy criticados" por su "afán de cosmopolitismo".

Sin embargo, Moix considera que estas personas del mundo de la cultura fueron "capaces" aprovecharon "un débil apertura de la censura" para poner en marcha editoriales y traducir libros extranjeros, y así saciar a los ciudadanos su "sed de novedad" por lo que se hacía fuera de España.