La astucia te da alas

Cuento tradicional Sufí.
El deporte aporta a nuestra salud física y mental numerosos beneficios. ¿Has hecho ya buenos propósitos para después del verano?

Un elefante estaba refrescándose en un río cuando pasó por allí un erizo muy bromista, que le retó a una carrera. El paquidermo se mosqueó y le dijo al erizo: «¿Cómo te atreves a retarme?».

«Bueno, tú y los tuyos sois lentos y torpes», contestó el erizo con sarcasmo. «¿Lentos y torpes? ¡Qué sabrás tú de la velocidad y la inteligencia?», contestó el elefante con orgullo.

Y se enzarzaron en una discusión que duró toda la mañana. El erizo logró picar de tal manera al elefante que al final éste aceptó el reto. El monumental paquidermo trazó una línea con su trompa, y él y el erizo se pusieron detrás. «Un, dos, tres...», gritó una cigüeña: los dos salieron disparados hacia la meta. Pero a mitad de carrera el elefante se percató de que no había visto al erizo en ningún momento, salvo en la salida. Pensó que lo había dejado atrás y siguió corriendo con más fuerza. Pero en la meta se llevó una gran sorpresa al ver al erizo más fresco que una lechuga. El elefante aceptó su derrota y se marchó decepcionado. Pero el erizo, de camino a su casa, no paraba de reír, aunque le dolían todos los huesos de los saltos que había dado a lomos del elefante...

Debemos conocer en profundidad nuestros límites y saber hasta dónde podemos llegar. De lo contrario, haremos el ridículo.

Próximo viernes: 35/El hombre que habló con su suerte

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