Un español recupera del olvido un símbolo derribado por la guerra en Berlín

  • La iglesia de Belén, símbolo de la amistad entre alemanes y checos, ha resurgido de sus ruinas de la mano del artista conceptual español Juan Garaizabal.
  • La construcción quedó seriamente dañada por los bombardeos de la II Guerra Mundial y demolida posteriormente.
  • Garaizabal decidió trabajar sobre la huella de mosaico: fotos de archivo y material bibliográfico.
  • Ha levantado la iglesia convirtiéndola en un monumento hecho a base de 'nervios de acero'.
  • El artista, que tiene otros proyectos similares en otros lugares del mundo, arremete contra "el urbanismo desenfrenado" de países como España.
Fotografía cedida por 'Memorias Urbanas' de la iglesia de Belén, símbolo de la amistad entre alemanes y checos, que ha resurgido de sus ruínas en Berlín, en forma de monumentales "nervios de acero".
Fotografía cedida por 'Memorias Urbanas' de la iglesia de Belén, símbolo de la amistad entre alemanes y checos, que ha resurgido de sus ruínas en Berlín, en forma de monumentales "nervios de acero".
EFE
Fotografía cedida por 'Memorias Urbanas' de la iglesia de Belén, símbolo de la amistad entre alemanes y checos, que ha resurgido de sus ruínas en Berlín, en forma de monumentales "nervios de acero".

La desaparecida iglesia de Belén, símbolo de la amistad entre alemanes y checos, resurge en Berlín de sus ruinas en forma de monumentales "nervios de acero", de la mano del artista conceptual español Juan Garaizabal, que devuelve así a la capital alemana parte de su "memoria urbana". Este lugar de culto, construido entre 1733 y 1735, constituyó hasta 1943, año en que quedó seriamente dañado por los bombardeos, un recuerdo de la generosidad del emperador Federico Guillermo I, que se la regaló a los refugiados bohemios que abandonaron su patria por razones religiosas y encontraron en Berlín un nuevo hogar.

En 1963, en tiempos de la ciudad dividida, las ruinas de la iglesia fueron demolidas por las autoridades para acoger parte de las instalaciones del legendario paso fronterizo de Checkpoint Charlie en el muro de Berlín. "El emprendedor que se queda con el lote cuando cae el Muro es sensible a la visita de una comitiva de los bohemios, de la comunidad que seguía existiendo y que se había reunido en torno a esta iglesia, y está de acuerdo en ampliar la edificabilidad hacia arriba y dejar ese espacio libre", explicaba estos días Garaizabal.

La iglesia de los bohemios en la plaza Betlehemskirchplatz constituye así "una ausencia" que el artista ha decidido rescatar y detrás de la que hay "una historia en la que todas las partes actualmente están de acuerdo que merece la pena ser recuperada de alguna manera".

Es un "elemento olvidado, porque aunque existen un mosaico y un cartel, yo mismo, hasta que no veo la pieza, no soy consciente de que ese exacto volumen ha sido habitado o ha sido ocupado durante 200 años por un edificio que de hecho de alguna manera está ahora mismo ahí", señala. Es, además, "un elemento en el que se junta todo, una estética impresionante, una ubicación muy central en un barrio que me parece que es historia a cada paso", agrega.

Garaizabal decidió trabajar sobre la huella de mosaico, sobre las fotos de archivo y material que pudo encontrar sobre este lugar de culto "para crear lo que es la memoria urbana de Berlín de esa pieza, de esa iglesia" que "además es un resumen de la estructura mínima de la esencia de ese edificio".

Esta línea de trabajo de "crear descubriendo" surgió en 2007, con un proyecto en Bucarest que finalmente no pudo llevarse a cabo.

"A partir de ese momento ya sí que no solo en Berlín, sino en otros muchos sitios, descubro ausencias. Tal vez la de Berlín me marca un nivel, la de Berlín tiene una excelencia en tantas cosas que me ha hecho depurar mucho qué tipo de elemento merece ser rescatado del olvido", indica. La iglesia de Belén podrá verse en su emplazamiento original hasta el 30 de septiembre, pues las instalaciones que forman parte de las "memorias urbanas" de Garaizabal, aunque tienen "vocación de permanencia", son "temporales".

"La pieza está ahora mismo ahí y es interesante también ir viendo qué reacciones genera. Es una pieza también que tiene que establecer una relación con la ciudad. Lo bonito es que es una relación individual de cada una de las personas que pasa por aquí. Eso es lo bonito del arte público", la "interacción con la gente", afirma.

Para cuando cae la noche, Garaizabal ha creado "un resumen adicional" de la iglesia, "otra obra diferente" donde vuelve a "resumir otra vez la estructura con unos cordones de luz púrpura que subrayan algunos elementos más concretos" de esta pieza de 31 metros de altura, con una base de 24 por 21 metros.

Paralelamente, el Museo de Comunicación expone a partir del día 26 todo el proceso creativo e histórico de la pieza y también "la aventura que ha sido hacerla, para lo que se ha rodado un documental", señala. Garaizabal ha logrado sumar una serie de proyectos a rescatar del olvido, que reúnen también "características muy singulares", como el Palacio de las Tullerías en París y el mercado de la Plaza de Olavide, en Madrid.

Entre sus planes figuran la recuperación del Nonsuch House, el primer edifico prefabricado del mundo, que se encontraba sobre el antiguo puente de Londres, así como una serie de pirámides de la antigua ciudad de Tenochtitlán, en el Zócalo de Ciudad de México. Para Garaizabal, "el amor a la ciudad y la reflexión sobre la urbanización del espacio público" está presente en su iglesia de Belén, como en todas sus "memorias urbanas", al tiempo que arremete contra "el urbanismo desenfrenado" de países como España.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento