La Fiscalía del Principado de Asturias solicita una pena total de dos años y nueve meses de prisión para tres hombres, naturales de Camerún, acusados de intentar estafar a dos vecinos de Oviedo que vendían una finca en Candamo y resultaron ser policías locales.

En concreto, solicita una condena de 11 meses de cárcel para cada uno de los acusados, así como el pago de las costas procesales, por un delito de estafa en grado de tentativa. La vista oral está señalada para este viernes, 22 de junio, en el Juzgado de lo Penal número 4 de Oviedo, a las 13.00 horas.

La Fiscalía sostiene que los acusados, J.B.K., C.L.F.K. y P.C.F., de común acuerdo, tomaron contacto a primeros de mayo de 2008 con D.Z.L., agente de la Policía Local de Oviedo, circunstancia que ellos desconocían. La razón era que éste, junto con un compañero suyo, deseaba vender una finca de su propiedad en Candamo, para cual ambos habían publicado anuncios en Internet y en varios medios en los que hacían constar su número de teléfono.

Así, concertaron una cita en un hotel de Oviedo, que se llevó a cabo a mediados de mayo. A la reunión acudió el acusado P.C.F. y otros individuos desconocidos, concertados con los acusados, que reiteraron su interés por la finca para edificar un establecimiento hotelero.

Se fijó una nueva entrevista para el 21 de mayo, de nuevo en el mismo hotel de Oviedo, aunque minutos antes los presuntos compradores telefonearon a los agentes y cambiaron el lugar, fijándose finalmente la reunión en una cafetería de la Avenida de Galicia. En esa cita, los acusados J.B.K. y C.L.F.K. volvieron a expresar su interés por la compra y, para demostrar su solvencia, les mostraron dos billetes de 500 euros. A continuación, les dijeron que tenían "muchos más", custodiados por otro "hermano".

Los acusados volvieron a concertar otra cita para el 23 de mayo en otra cafetería de Oviedo, aunque allí dijeron a los agentes que tenían que acudir a un lugar discreto. Mientras caminaban por la calle, los acusados aseguraron a los vendedores que tenían cinco millones de euros de curso legal que habían traído de Costa de Marfil que, para evitar ser detectados, estaban tapados con un tinte pero que, tras realizar un pequeño proceso químico, recuperaban su estado normal.

A continuación, todos se trasladaron a un motel. En una de las habitaciones, los acusados decidieron mostrar a los vendedores la forma de ocultar billetes con el tinte. Además, les manifestaron que tenían otros 40.000 euros para efectuar la "conversión" y les pidieron 20.000 euros para llevar a cabo la operación. A cambio, les darían el 25 por ciento del dinero obtenido.

Los agentes, que desde la entrevista anterior sospechaban que estaban siendo víctimas de un engaño, avisaron al responsable de la Policía Judicial de la Policía Local de Oviedo, que a su vez alertó a la Guardia Civil, que detuvo a los acusados.