Los psiquiatras han concluido que la parricida de Lloret de Mar, Lianne Angela S., mató a sus hijos "por amor" al sufrir una enfermedad mental delirante compartida con su marido, al pensar que los servicios sociales la perseguían para quitarle a sus dos hijos pequeños después de que su esposo fuera denunciado por abusos sexuales y detenido en Barcelona.

"Sabía que había cometido un crimen, pero para ella, lo peor era que sus hijos fueran acogidos por los servicios sociales, incluso peor que la muerte, y los mató por amor", ha afirmado este miércoles durante el juicio la jefa de psiquiatría del Instituto de Medicina Legal de Catalunya, Itziar Idiaquez.

Los médicos forenses y psiquiatras han comparecido este miércoles en la Audiencia de Girona para presentar sus informes sobre el estado de salud mental de la acusada, y han constatado que su bienestar emocional dependía de su marido por su dependencia patológica hacia él.

Los dos creían que la familia iba a separarse y se habían planteado el suicidio porque lo peor para ellos era que sus hijos fueran institucionalizados: lo veían incluso peor que la muerte, por lo que "habían hablado de desaparecer si no podían vivir juntos", ha expuesto la doctora.

Por eso, respecto a la muerte de los dos niños —el menor de un año y la niña de cinco— la acusada percibe que el destino se ha cumplido, ya que había pactado con su marido desaparecer todos si la familia se separaba.

Todo ello hace pensar a la psiquiatra que sufrió un trastorno psicótico no especificado, aunque no tenía las capacidades anuladas porque controló la situación en todo momento, pero está claro que la interpretación que hacía de la situación pudo afectarla.

El psiquiatra del centro penitenciario de Girona donde estuvo internada los primeros meses después de ser detenida, Harry Barker, ha definido la situación de Lianne Angela S. de "tragedia griega", como una catástrofe marcada en su vida: llegó a preguntar a su hija de cinco años si prefería pasar muy bien unos pocos días con ella o vivir muchos días sin estar a su lado, y la niña respondió que quería estar junto a su madre.

"CULPA,

Ruptura y dolor"

Según los psiquiatras, siente "desesperanza, culpa, ruptura y dolor profundo" frente a lo que ha pasado, pero lo que la tenía realmente preocupada meses después de los sucedido era el estado de su marido, ingresado en una cárcel de Inglaterra y que acabó suicidándose.

También han declarado este miércoles los médicos forenses que hicieron las autopsias a los dos pequeños y la examinaron a ella pocas horas después de los crímenes, y han concluido que los niños murieron en menos de un minuto por asfixia.

Sobre las heridas que tenía la procesada de sus intentos de suicido, las forenses han determinado que eran muy superficiales y que no hubiera podido morir con este tipo de heridas que presentaba tanto en el cuello como en las muñecas.

"El que quiere suicidarse no lo hace así: sube a un quinto piso y se tira. Además, tuvo los elementos y el tiempo necesario para hacerlo y no lo hizo", han afirmado.