El arquitecto italiano Renzo Piano ha considerado que la ubicación que finalmente se ha elegido en Santander para el Centro Botín es el "lugar perfecto" pues, a su juicio, este tipo de edificios "hay que hacerlos en el centro de la ciudad".

"Necesitamos tener el valor de construirlo en el centro", ha dicho Piano al ser preguntado por otros posibles emplazamientos de Santander que podrían haber servido para acoger esta infraestructura, en vez del muelle Albareda, una ubicación que ha despertado las críticas en algunos sectores que, sin embargo, para el arquitecto italiano no significan "oposición", "participación", algo que —ha recalcado— es "diferente".

PARTICIPACIÓN,

No oposición

A preguntas de los periodistas durante una comida celebrada con el arquitecto y con el director de la Fundación Botín, Íñigo Sáenz de Miera, tras el acto que ha marcado el comienzo de las obras, Piano ha explicado que, desde que se embarcó en este proyecto, "nunca" ha pensado que se trataba de "oposición" sino de un "debate", algo que no ha visto como un "problema".

Ante este debate, ha señalado que lo que ha hecho es "escuchar" para, luego, "entender", si bien ha aclarado que "entre escuchar y obedecer hay una gran diferencia".

"escuchar y entender"

A pesar de haber realizado varios cambios a su proyecto inicial, ha asegurado que "no recuerda" que "nada" de lo que ha modificado pueda calificarse como una "concesión".

En relación a las modificaciones del emplazamiento que ha realizado dentro del mismo muelle Albareda —en principio su proyecto incluía desplazar unos metros la grúa de piedra, algo que, a su juicio, "no le parecía tan terrible"- Piano ha reconocido que "tardaron un poquito de tiempo" en encontrar la ubicación exacta dentro de él.

Según ha explicado, al principio, el Centro quedaba demasiado cerca del Palacete del Embarcadero, luego de la Estación Marítima y, finalmente, se consideró que "lo mejor" era ubicarlo en la parte central, pues, de ahí, coincide con el eje que da al Mercado del Este, a su juicio el "elemento más interesante de la ciudad".

También, se ha referido a otras modificaciones introducidas respecto al proyecto inicial, como el soterramiento del tráfico a través de un túnel y, consecuentemente, el parque que se construirá sobre él, dos actuaciones que absorberán, según ha destacado, un tercio del Presupuesto de construcción, que asciende a 77 millones de euros.

A pesar de que, según ha comentado, el túnel "cuesta dinero" y genera "algunos problemas", Piano ha considerado que era "inevitable" para poder crear un parque "más grande" —pasará de los 19.000 metros cuadrados que ocupan actualmente los Jardines de Pereda hasta más de 42.000— y para "obtener el silencio", algo que, en su opinión, es, junto con la luz, "el mejor elemento de la Bahía".

Tras comentar otros aspectos de su proyecto, como la suspensión de del edificio sobre el mar y hacer que se pueda ver "a través de él" para no cortar la visión a la Bahía, Piano tampoco lo ha considerado "concesiones", sino "saber escuchar y entender".

"saber esperar"

Respecto a la cierta polémica que ha levantado su proyecto, y sobre todo la ubicación, ha explicado que "no le ha sorprendido demasiado" pues, a su juicio, le ha ocurrido con otros proyectos anteriores, como el Centro Pompidou de París y otros realizados en ciudades como Berlín o San Francisco.

"Tardé diez años en que me disculparan", ha bromeado Piano quien ha señalado, en tono de chanza, que, en ese tiempo, nunca decía quién era cuando, por ejemplo, se subía a un taxi en la capital francesa.

Sin embargo, ha señalado que ahora el Pompidou es un edificio "para la ciudad", "parisino", lo que, según ha explicado, le ha enseñado que "al principio no es fácil" y "se tarda tiempo".

A su juicio, se trata de "encontrar y contar la verdad, sin preocuparse tanto en tener éxito inmediato", sino que "hay que saber esperar".

Según ha dicho, cuando "tiene razón", el edificio acabará teniendo "éxito" y "si se equivoca, se equivoca".

Un "edificio tolerante"

Por otra parte, y en este encuentro con los medios de comunicación, Piano, que ha sido cuestionado por el efecto de la crisis en su sector, ha opinado que, aunque la situación económica "no le gusta", en el caso de la arquitectura está dejando "las cosas más claras".

En este sentido, Sáenz de Miera, ha subrayado que una de las razones por las que eligieron a Piano para diseñar el Centro es por que la arquitectura que hace está dirigida a que lo que construya atienda "a lo que allí tiene que suceder".

Así, el arquitecto ha defendido la funcionalidad de sus diseños y ha explicado que "no está enamorado del arte 'per se', sino porque "le gusta" porque "hace que las personas sean mejores".

En este sentido, ha opinado que quiere que el Centro Botín sea un "edificio tolerante" que "mezcle el arte, la cultura y la comunidad", con la "vida urbana".

Al igual que en su intervención en el acto de esta mañana, Piano ha explicado que quiere "alejar la intimidación" que, según ha dicho, pueden causar en ocasiones los centros de arte para convertirlo en un "lugar de curiosidad".

Ha añadido que pretende "romper el miedo" de que sea un lugar para "especialistas", "para esto o para lo otro", y convertirlo en un Centro en el que la gente pueda ir para "tomar un café", acudir a la plaza pública que albergará o "disfrutar" sin necesidad de ver arte. "A lo mejor luego suben", ha añadido.

Respecto a este asunto, Sáenz de Miera ha opinado que "lo más importante" no es la construcción del edificio, sino que es una "intervención urbana" que "hace ciudad".

En este sentido, tanto Piano como Sáenz de Miera, han explicado que quieren que sea "un lugar de ebullición cívica que haga mejores a las personas" y que tenga como "fertilizantes" el arte y la educación.

"mutación" de santander

Por otra parte, Piano se ha mostrado "contento" en su encuentro con la prensa la ejecución del Centro Botín como la "primera parte" de la "mutación" del Puerto de Santander, y en general, de la ciudad.

Ha explicado que las ciudades son "organismos vivos", "cambian" y superponen "distintas capas". En este sentido, ha opinado que, "más que de demoler" lo que ya hay se trata de "mutar".

El centro botín,

Aún sin director

A preguntas de los periodistas, Sáenz de Miera ha señalado que aún no se ha decidido quién será el director del Centro Botín, si bien ha señalado que deberá ser una persona que sea "capaz de ayudar a hacer realidad esto que quieren hacer" con este espacio, con el que —ha dicho— quieren "explorar un nuevo paradigma" de centro.

En este sentido, ha explicado que los centros de artes están viviendo un "periodo de reflexión" y "todo el mundo" está "repensándose" qué deben ser.

Ha opinado que los nombramientos no son la "parte más importante", sino lo que comienza a partir del 1 de junio del 2014 con la inauguración del Centro Botín.

"El 1 de junio del 2014 no termina nada, empieza lo divertido", ha dicho Sáenz de Miera, quien ha avanzado que ya se está trabajando en los talleres educativos que va a acoger el Centro una vez se abra. "Es cuando empieza el baile", ha dicho.

Por otra parte, cuestionado sobre el impacto que va a tener el Centro, el director de la Fundación ha explicado que, a los datos aportados sobre la incidencia que tendrá en el empleo —1.400 puestos de trabajo durante su construcción y el mantenimiento, anualmente, de 650 en Cantabria—, se "completarán" con otros de carácter económico y relacionados con el "efecto multiplicador" de la inversión o su retorno en la imagen de la Fundación y la ciudad.

Según ha señalado, esta tarea está "bastante avanzada", si bien ha explicado que "prefiere dar datos, cuando no sean estimaciones".