"Estoy bien, pero quiero ver a mi abuelo y a mi abuela". Son las primeras palabras que ha pronunciado este jueves Antonio al abandonar el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, en el que ha estado ingresado desde el pasado 2 de mayo.

Es de Granada, tiene solo 6 años y desde hace dos padece aplasia medular severa, una enfermedad rara que le hacía depender de constantes transfusiones sanguíneas. Ahora está curado gracias a su hermana Estrella, que vino a este mundo el pasado 11 de febrero para salvarle la vida.

Y es que la pequeña se ha convertido en el segundo bebé medicamento de la sanidad pública española –el tercero contando a las dos gemelas que el miércoles se presentaron en la clínica privada IVI de Barcelona–, es decir, ha nacido libre de la enfermedad de su hermano y compatible con él gracias al Diagnóstico Genético Preimplantatorio (DGP), permitido en España desde la entrada en vigor en 2006 de la Ley de Reproducción Humana Asistida.

"Desde el principio sabe que su hermana le ha salvado la vida", han explicado sus emocionados padres, Antonio y Melania, mientras el pequeño acariciaba y abrazaba cariñosamente a Estrella.

"Quiero mucho a mis padres y a mi hermana", dijo un tanto abrumado ante la presencia de los medios de comunicación. Y añadió que lo primero que haría al llegar a casa sería "comer algo". Su padre, además, explicó que Antonio estaba deseando "irse de vacaciones".

La familia al completo estaba feliz, y no es para menos. "Han sido dos años de sufrimiento. Ya tocaba algo bueno y que el niño fuera remontando", comentó su padre. "Ahora podrá ir al cole y jugar con su hermana", dijo Melania.

La recuperación completa de Antonio tardará entre seis meses y un año, según explicó el equipo médico, ya que ahora hay que "administrar inmunodepresores de forma periódica", pero en consulta externa, sin ingreso hospitalario. En casa podrá hacer una vida normal siguiendo algunas pautas, como evitar aglomeraciones, sitios cerrados, lavar la fruta y verdura de una manera especial y evitar el sol.

"Antonio está volviendo a fabricar sangre, y eso es lo bonito", aseguró el doctor José María Pérez. Antes de realizarse el trasplante, que es "como una transfusión sanguínea", ha sido necesario "eliminar las células madre enfermas" de Antonio, un proceso que ha durado unas cinco semanas. "Otros mundos son posibles", explicó Guillermo Antiñolo, director de la Unidad de Gestión Clínica de Genética del Virgen del Rocío.