Johan David, tres años recién cumplidos el 9 de mayo, yace muerto en el suelo de una casa de Valencia. Las dos mujeres que le cuidan desde hace cinco meses, Pura y Vanesa, pareja sentimental y amigas de la madre del pequeño, están muy nerviosas. Pero no lo suficiente para no idear con sangre fría un plan para deshacerse del cadáver del niño. Al parecer se ha caído del sofá, un mal golpe. O se ha escurrido en la ducha y se ha dado en la cabeza. Dos versiones distintas.
Pero puede haber una tercera. El niño es más pequeño y delgado de lo habitual para su edad. Está enfermo y malnutrido (según desvelaría después el primer análisis forense). Y no se descartan los malos tratos. A lo mejor un mal golpe. Ha sangrado por la nariz y la boca, según Pura y Vanesa, y ya no se ha levantado.
Hay que limpiarlo todo. Le desnudan, se deshacen de la ropa y friegan la casa (la Policía encontraría después con una técnica avanzada restos de sangre en una toalla). ¿Y el cadáver?, ¿qué hacemos con él?
Vanesa baja al restaurante turco que hay debajo de casa y pide bolsas, las más grandes que tengan. "Es para tirar ropa", se justifica. Sube y las dos envuelven el cadáver. No les preocupa la anciana inválida que vive con ellas. Tiene 95 años y alzhéimer. No se entera de nada.
Suben a Johan David en un carrito de supermercado que conservan, como ya adelantó 20 Minutos el pasado 6 de junio. El accidente, o el crimen (la autopsia dirá), se produjo el lunes 28 de mayo.
Camino del vertedero
Ni cortas ni perezosas, Pura (que tiene dos hijos en Bolivia) y Vanesa llevan el cuerpo del niño, ya por la noche, oculto en las bolsas, metido en el carrito, hasta un vertedero situado a dos kilómetros de su casa. Allí lo tiran.
El martes 29 llamarían a Lohammy, la madre del pequeño, a París (Francia), donde trabaja. La excusa ya es conocida. Imitan a José Bretón (el padre de los niños desaparecidos de Córdoba) y mienten. Dicen que dos hombres se han hecho pasar por Policías y se han llevado al niño. Pronto se desmoronan y confiesan que el niño se cayó y que tuvieron miedo porque no tenían papeles.
Johan David fue descubierto el lunes 4 de junio en un vertedero valenciano. Las máquinas le desfiguraron por completo, dejando una multitud de incógnitas aún para los forenses.
La mitad del sueldo para su hijo
Lohammy, la madre del pequeño, no ha tenido una vida fácil. Vino a España con 16 años. En Madrid cuidó ancianos y enfermos terminales, limpió casas y escaleras de comunidades. Se quedó embarazada de Johan David con apenas 20 años. El padre no se preocupó por el niño y se fue a Bolivia. Ahora trabajaba en París, limpiando, donde se trasladó sin poder llevar a su hijo. Trabajaba los siete días de la semana por 1.200 euros al mes, de los que 600 iban a Valencia, para su pequeño.
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