El subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado, espera que la nueva búsqueda de Ruth y José, los dos niños desaparecidos en la capital cordobesa hace más de ocho meses, culmine con "nuevos logros", después de que este lunes se reanuden los trabajos de rastreo en la finca de Las Quemadillas con maquinaria pesada y otros medios sofisticados.

En declaraciones a los periodistas, el representante del Ejecutivo central en la provincia ha indicado que desde la Subdelegación del Gobierno "se ponen todos los medios", con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a disposición del juez José Luis Rodríguez Lainz, para que "se realice la búsqueda lo mejor posible". En este caso, a cargo de agentes de Madrid, concretamente de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV).

Entretanto, Primo Jurado desea que el caso "tenga un final para que brille la verdad y termine la inquietud de la gente que realmente quiere a Ruth y José", de ahí que "la Policía sigue con su investigación y las instrucciones del juez", titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba.

De este modo, la búsqueda de pistas sobre el paradero de Ruth y José afronta desde este lunes una semana en la que se van a reanudar los rastreos en la finca de los abuelos paternos, en Las Quemadillas, la cual ya ha sido investigada en numerosas ocasiones, todas ellas sin resultado.

Así lo decidió el juez del caso en su último auto, en el que apunta a la posible existencia en esta finca de un habitáculo en el que el padre de los niños, José Bretón, habría escondido los cuerpos de sus hijos.

En este nuevo registro se prevé que estén presentes el padre de los niños y único procesado en la causa, José Bretón, acompañado de su abogado José María Sánchez de Puerta; la madre de los pequeños, Ruth Ortiz; así como el hermano de Ruth Ortiz, Estanislao, para comprobar posibles cambios que se hayan producido en la finca, en la que Bretón estuvo con sus hijos momentos antes de denunciar la supuesta desaparición en el Parque Cruz Conde la tarde del 8 de octubre de 2011.

Y es que, según recoge el auto de procesamiento, el progenitor llegó a las 13,46 a la finca acompañado por sus dos hijos y no salió hasta las 17,30 horas. Durante ese espacio de tiempo, a juicio del juez, Bretón aprovechó para realizar el plan que supuestamente ideó desde hacía casi un mes, después de que su mujer decidiera finalizar la relación matrimonial.