Esta vecina asegura que los jóvenes atraviesan los carriles cortando la calzada con sus vehículos e impidiendo el paso de otros, que se dirigen tanto al polígono El Florío como a la circunvalación.

Los piques no son nuevos. Las carreras ilegales se suceden casi a diario desde hace más de dos años: «Cuando compramos los pisos, sobre el plano, ya se estaban haciendo las carreras pero pensamos que la situación cambiaría cuando los edificios estuviesen ocupados», lamenta Alcázar.

Pero no ocurrió así. Es más, los residentes de la zona (donde también se construyen VPO) advierten de que la situación ha empeorado en los últimos meses: «Las competiciones de coches y de motos son cada vez más frecuentes», dicen.

Además, son comunes los botellones y la venta droga, según Salvador Orellana, presidente de la comunidad de vecinos de uno de los edificios afectados, «sin que la Policía haga nada».

La Policía Local no ha visto nada

Los vecinos declaran sentirse «desamparados» ante la «falta de vigilancia y de respuesta policial», en el último escrito (del mes de julio) remitido al Ayuntamiento. Por su parte, la Policía Local admite haber recibido numerosas denuncias de los vecinos, pero aún no ha localizado a los supuestos vándalos en las rondas que ha realizado por la zona.