El incremento de nuevos pobres está obligando a las entidades humanitarias a vender su patrimonio para poder atenderlos. Es el caso de Càritas Diocesana de Barcelona, que ha debido vender excepcionalmente bienes muebles e inmuebles por valor de dos millones de euros, durante el año pasado y lo que llevamos de 2012 .

"Hemos tenido que vender patrimonio por un valor de dos millones de euros para poder transformar los bienes en efectivo", admitió este miércoles el director de Càritas, Jordi Roglà, durante la presentación de la memoria anual de la ONG cristiana y los datos de los cinco primeros meses de este año. A pesar de todo, aseguró que ninguno de los proyectos de la entidad corre peligro. De hecho, adelantó que en poco más de un mes se pondrá en marcha una nueva iniciativa para ayudar a familias desfavorecidas con niños de entre 0 y 6 años.

Durante 2011, Càritas de Barcelona, que agrupa a las diócesis de Barcelona, Sant Feliu de Llobregat y Terrassa, invirtió 3.259.752 euros en ayudas a necesidades básicas para los más desfavorecidos: más de 2,5 millones se destinaron a ayudas económicas directas, la mayoría para hacer frente a pagos de vivienda, y 754.367 euros, para alimentos. Y atendieron a 57.868 personas necesitadas, más del doble de las atendidas durante 2007 y un 2% más que el año pasado.

El 30% del total recurrieron a la institución por primera vez, hecho que constata la cronificación de la pobreza, que se hace "más intensa y más extensa", según aseguró el cardenal de Barcelona, Lluis Martínez Sistach, que presidió la presentación de los datos.

"Lo más preocupante es que el 35% de los atendidos son menores de edad, hecho que pone de manifiesto que no se están dedicando suficientes recursos en un momento decisivo en la vida de las personas", denunció la responsable de acción social de la diócesis de Sant Feliu, Conxa Marqués.

El 42% de las personas atendidas por Càritas son de nacionalidad española, colectivo que "sigue creciendo, en detrimento de los nacidos en el Magreb y en América", explicó Pilar Taché, jefa de acción social de la diócesis de Terrassa. Sobre todo se trata de gente que pide ayuda a la ONG por primera vez. En estos casos concretos, el 78% no tiene trabajo.

Por su parte, las parroquias del área metropolitana de Barcelona atendieron a 195.723 personas más durante el año 2011, cifra que sigue creciendo mientras que los colchones económicos que los sostenían, como ahorros o familiares, se van agotando.