El presidente nacional de CSI-F, Miguel Borra, ha aseverado este miércoles que llegará el momento de que los españoles tengan que "hacer la elección" entre "mantener las embajadas autonómicas en el extranjero" o tener sanitarios en los pueblos.

El representante sindical ha clausurado junto con el consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, el VII Congreso del sector autonómico de Sanidad de CSIF en Castilla y León, y ambos han manifestado sus puntos de vista sobre las medidas de ajuste aplicadas en por el Gobierno regional.

Borra, que ha manifestado que el sindicato trabajará con el Gobierno de Castilla y León como unos negociadores "coherentes y responsables", ha apuntado que se debe conocer qué déficit es sostenible, como considera los "16.000 ó 17.000 millones" de la Sanidad, y cuál no como, a su juicio, los "15.000 millones" que se destinaron al Plan E para "poner bordillos y adecentar cementerios".

A este respecto, ha recalcado que en un momento los ciudadanos tendrán que hacer "la elección" entre "tener embajadas autonómicas en el extranjero o tener un sanitario que les atienda en su pueblo", como ejemplos.

El representante sindical ha matizado que en cada Comunidad Autónoma la situación "es distinta" pues ha asegurado en términos sanitarios que si bien "la enfermedad es la misma y los síntomas son parecidos", no están de acuerdo con el "diagnóstico" y la forma de atacar esa dolencia. No obstante, ha considerado que tanto CSI-F como la Junta están de acuerdo en la defensa de unos servicios públicos "en calidad y cantidad" y ha aseverado que tiene claro que los profesionales "luchan en el día a día por prestar los servicios lo mejor posible".

Por su parte, Antonio María Sáez Aguado ha querido aseverar que no está de acuerdo con que a las medidas aplicadas por la Administración regional con respecto a los trabajadores de Sanidad se las denomine recortes. "Dedicar más tiempo a trabajar no es un recorte", ha enfatizado.

En ese sentido, ha reiterado que la Consejería mantiene el compromiso de permitir, "a diferencia de gran parte de las comunidades autónomas", el mantenimiento de la Sanidad pública, "sin cerrar centros de atención primaria ni servicios hospitalarios" y con el "mantenimiento" de las retribuciones de los trabajadores.

"Con esas medidas vamos a ser capaces de mantener lo fundamental en Castilla y León y, para ello voy a pedir el esfuerzo de los trabajadores de la sanidad pública", que a su juicio podrán tener también más "implicación, mayor peso, capacidad y responsabilidad" en la toma de decisiones relativas al sistema sanitario y en la organización de su trabajo

Este compromiso, ha recalcado, no es "una medida de un día para otro", sino una línea de trabajo que, ha manifestado, podrá garantizar "a medio y largo plazo" la sostenibilidad de la sanidad pública.