Hijo de hostelero de Santillana: Supe quién era el ladrón muerto porque lo atendí por la tarde en el bar

La defensa admite en sus conclusiones la posibilidad de que el hostelero se equivocara al pensar que los ladrones le iban a atacar
Juicio Contra El Hostelero De Santillana. Declaración Del Hijo
Juicio Contra El Hostelero De Santillana. Declaración Del Hijo
EUROPA PRESS
Juicio Contra El Hostelero De Santillana. Declaración Del Hijo

El hijo del hostelero de Santillana del Mar acusado de matar de un tiro de escopeta a un ladrón ha asegurado este miércoles que cuando encontró el cadáver "supo perfectamente" quién era porque fue uno de los que estuvo en el bar la tarde anterior. "Claro que los recuerdo, los atendí yo", ha afirmado.

Así lo ha asegurado el hijo de A.G.0. durante el juicio que se está celebrando en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial contra el dueño del mesón 'El Padrón' de Santillana del Mar y que, según lo previsto, concluirá el viernes con el veredicto del jurado.

"creencia errónea"

En la sesión de este miércoles el Ministerio Fiscal, la acusación particular —que representa a la viuda del fallecido y otro de los ladrones, que resultó herido por los perdigones de la escopeta— y la defensa han elevado a definitivas sus conclusiones, si bien esta última parte ha introducido, de forma subsidiaria, la posibilidad de que el dueño del bar se equivocara al pensar que iba a ser atacado por los hombres que entraron a robar.

De esta forma, ha modificado las conclusiones para incluir el párrafo: "Don Ángel, en la creencia errónea e invencible de que iba ser atacado él y su mujer, disparó con una escopeta de perdigones de caza para defender la agresión que sufría".

Sin embargo, el abogado de la defensa ha aclarado que se las eximente de la legítima defensa plena y la del miedo insuperable, si bien "subsidiariamente" se incluye la posibilidad de una legítima defensa putativa.

Un día que "no van a olvidar jamás"

Durante su declaración, el hijo del hostelero ha relatado lo que vio la tarde anterior en el bar, cuando se encontraba atendiendo junto a su padre, y también los hechos que presenció cuando éste le avisó del robo, acudió al bar y, posteriormente, descubrió a uno de los ladrones tendido en el suelo muerto a unos metros de local, en un día que, según ha dicho, ni él ni su familia "van a olvidar jamás".

Ha señalado que la tarde anterior al robo el bar tuvo "mucha afluencia de gente", entre ella —ha dicho— los tres ladrones, a quienes, según ha explicado, recuerda porque le llamó la atención su nacionalidad —rumana, "muy difícil" de encontrar en la villa, ha apuntado— y su apariencia "rara", algo que comentó con varios clientes del bar.

Sin embargo, a preguntas de la acusación, ha reconocido que, a pesar, de lo "raro" que le pudo parecer la presencia de esos hombres, no alertó a la Guardia Civil de sus sospechas ni instó a su padre a tomar medidas extras de seguridad por la noche, como encender la alarma que tenía el bar desde 1988 y que "normalmente" no estaba conectada.

Ha opinado que no puede llamar a la Guardia Civil cada vez que tiene una "intuición" o le parece "rara" la apariencia de una persona pues, según ha recordado, es "un local público en el que entra mucha gente".

"Nosotros no somos gente de pensar mal. Siempre he pensado que el que te la va a liar no va a dar la cara", ha dicho el hijo, quien ha insistido que en su familia "no son racistas".

Ha relatado que cuando se fue del bar a su casa sobre la medianoche los hombres, que "pagaron normal", ya se habían ido. Sin embargo, ha explicado que supo que "algo pasaba" cuando su padre lo llamó sobre las tres de la madrugada para contarle que habían entrado a robar.

Preocupado por sus padres

Tras eso, ha señalado que acudió al bar "nervioso" y con interés "por la salud de su padre y su madre". "A mí no me preocupaba el dinero, pero mi padres y mi madre son lo único que tengo", ha añadido el hijo con la voz entrecortada y ante la mirada llorosa de su padre.

Ha explicado que, tras comprobar cómo se encontraba sus padres, salió del local y subió hacia una plaza que se encuentra sobre el techo del bar, donde su madre había oído ruidos, y vio a un hombre tirado en el suelo, al que, según ha señalado, reconoció como uno de los tres extranjeros que habían estado la tarde anterior en el bar.

El hijo del hostelero vio que a unos metros del hombre, había otro de espaldas y con un gorro llamando por teléfono, por lo que le agarró por el hombro pues "pensó que era el compañero de él (del fallecido), si bien éste se volvió y le explicó que era un trabajador de un hotel cercano que se había encontrado el cadáver y que estaba llamando a una ambulancia.

Sobre este punto, la acusación le ha preguntado por qué confundió al trabajador del hotel con uno de los ladrones si, como dice, sabía cómo eran los tres hombres extranjeros que por la tarde estuvieron en el bar. "Estaba de espaldas, con una chaqueta puesta y un gorro", ha justificado.

"a mi madre le das un susto y se le para el corazón"

Por otra parte, el hijo ha explicado que, cuando llegó al bar, tras tener conocimiento del robo su padre le dijo "claro" que había temido por su madre (la esposa del hostelero) y que, cuando les dio el alto a los ladrones y se fueron hacia él, pensó que les iban a matar".

"A mi madre le das un susto y se le para el corazón", ha dicho el hijo del acusado, quien ha defendido a sus padres y ha invitado a que salga alguien a quien su madre o su padre "hayan hecho mal".

"algo gordo había pasado"

Este miércoles también ha declarado la mujer del hostelero, quien ha relatado que se despertó sobre las 4.00 horas al oír "voces" y correr" por encima de su habitación, donde se encuentra la plaza que hay sobre el bar, cerca de donde se encontró al fallecido.

Ha explicado que ella no se enteró de que había habido un fallecido hasta la tarde siguiente porque no se lo dijeron, si bien "se olió algo". "Aquí algo gordo ha pasado", ha añadido que pensó.

Además, ha explicado que cuando se levantó al ver poco después una luz de su casa encendido, vio que su marido estaba llamando a la Guardia Civil y también al hijo de ambos.

Ha detallado que, tras sucederse el robo, vio a su marido "muy nervioso" e incluso llegó a pensar que le iba "a dar un ataque o algo". "No daba pie con bola", ha asegurado la mujer, quien, además, señaló, que, en esos momentos, ella y su marido tenían "miedo" de que los ladrones pudieran volver.

Con un destornillador,

"no las abres"

En la sesión de este miércoles han declarado otros testigos, como el carpintero que arregló la puerta del bar forzada por los ladrones, quien ha opinado que tenía que haber sido "reventada" con un "instrumento contundente"; la dueña de la cristalería que colocó el cristal de la puerta que supuestamente había sido roto para poder abrir, y un trabajador de la empresa propietaria de las dos máquinas tragaperras que el hostelero tenía en su bar.

Este último ha explicado que en las máquinas había "desperfectos bastantes contundentes en los sitios apropiados" que fuerzan aquellas personas que saben "dónde tienen que ir a abrirlas".

Además, y ante la insistencia de la acusación, ha afirmado que las máquinas tragaperras no pudieron ser abiertas con un destornillador y ha asegurado que las marcas que presentaba las máquinas indicaban que se había usado una barra. "Con un destornillador, por muy grande que sea, no las abres", ha asegurado.

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