El proyecto SmartSantander, liderado por la Universidad de Cantabria (UC) y Telefónica I+D con el apoyo del Gobierno regional y el Ayuntamiento de Santander, da un paso más con la convocatoria de cuatro procesos de licitación independientes para el despliegue de redes de sensores para soportar servicios encuadrados en áreas de actuación clave en el ámbito urbano y regional como la monitorización medioambiental, la gestión de zonas verdes y la movilidad urbana y el transporte.

Según ha informado Telefónica, los cuatro procesos de licitación abiertos por Sodercan, que se cerrarán a partir del 4 de junio, están encaminados a construir una arquitectura de red compuesta por diversos tipos de elementos: sensores y actuadores; gateways que concentran la información enviada por el conjunto de los nodos sensores y la trasladan hacia los servidores centrales del proyecto SmartSantander; y repetidores para formar una red mallada a través de la cual la información de los nodos sensores y otros repetidores llegue a los gateways.

La plataforma de sensores inalámbricos que se desplegará una vez resuelta la licitación, y que complementará los despliegues llevados a cabo en fases anteriores, será empleada tanto para la experimentación científica como para soportar servicios inteligentes de interés para los ciudadanos en Santander y su área de influencia.

En relación con las propuestas que se presenten, se valorarán positivamente las soluciones que provean mecanismos que impliquen un menor consumo energético, además de tener que proveer un software abierto y una respuesta de configuración automática en caso de fallo de algún nodo.

Con este nuevo hito en el objetivo de convertir la capital cántabra en una ciudad inteligente y mejorar la calidad de vida en los espacios urbanos a partir de las TIC, se avanza en varios frentes.

Así, la monitorización de los parámetros medioambientales y la intensidad del tráfico en puntos de acceso clave permitirán analizar el impacto de la actividad urbana y mejorar la calidad del aire. El guiado a las plazas de aparcamiento disponibles pretende disminuir los vehículos en circulación y estacionados incorrectamente, con lo que se disminuye las emisiones de CO, y facilitar además la actividad de las personas con movilidad reducida. Y la gestión eficiente del riego de parques y jardines se traducirá en una reducción del consumo de agua y de los costes de mantenimiento de las zonas verdes, al tiempo que se optimiza su estado de conservación.