La Audiencia Provincial de Almería acoge este martes la vista oral contra dos hermanos de 42 y 47 años para los que el fiscal solicita un total de 24 años de prisión acusados de amenazar de muerte y maltratar de manera habitual a su madre, con quien convivían y a la que uno de ellos llegó a agredir sexualmente en, al menos, una ocasión.

El Ministerio Público imputa, además, a este último un delito de atentado ya que cuando la Guardia Civil se personó en la vivienda alertada por una vecina se resistió a golpes y patadas e hirió a los tres agentes que participaron en la actuación.

R.B.M., con antecedentes penales por abusos, y E.B.M., quienes permanecen ingresados en el centro penitenciario provincial de El Acebuche desde hace un año, se sientan en el banquillo ante el Tribunal de la Sección Tercera.

Según se recoge en el escrito de calificación, desde el año 2010 ambos hermanos sometieron a su madre a "todo tipo de agresiones", sobre todo, de tipo verbal "con menosprecios, humillaciones e insultos constantes" a través de expresiones como "desgraciada" o "pelleja muérete ya", lo que derivó en una orden de alejamiento a menos de 200 metros para E.B.M.

También la atemorizaban con amenazas de muerte y agresiones físicas como golpes en varias partes del cuerpo y empujones, lo que generó en ella sentimientos de "inferioridad, pérdida de autoestima, inseguridad, infravaloración, trastorno por ansiedad y estados de ánimo", así como un "trastorno de adaptación" que, según informe forense, aconseja su "tratamiento psicológico y seguimiento".

El fiscal relata, asimismo, que a principios de junio del pasado año, R.B.M., con ánimo de "satisfacer su deseo sexual y evidente intención libidinosa" sometió a tocamientos a su madre "contra su voluntad" mientras él se masturbaba. La mujer, según subraya, vivía en un constante estado de "desasosiego y temor".

El día en el que se practicaron las detenciones y en el interior del domicilio familiar en El Ejido (Almería), los dos acusados comenzaron de nuevo a amenazarle con frases como "te vas a ver en el container, amargada".

A continuación, empezaron a arrojarle los alimentos que tenía en el congelador causándole hematomas en piernas y brazos, así como una fisura en una de las vértebras lumbares que le produjo una lumbalgia mecánica agravada por patologías que ya padecía como osteoporosis y artrosis.

Ambos hermanos decidieron entonces dejarla encerrada en la cocina de la vivienda, donde la víctima permaneció tres horas hasta que pudo dejarla libre una vecina, quien dio aviso a la Guardia Civil. Cuando los agentes llegaron al lugar, oyeron como la amenazaban diciéndole "no se te ocurra llamar a la policía, que cojo una escopeta y me vuelvo" o "te tenemos que matar un día de estos, te metemos en un container y no se entera nadie".

Al intervenir, según apunta el fiscal, R.B.M. "faltó el respeto y la consideración debida a los agentes" y comenzó a propinarles golpes con las manos y patadas que les ocasionaron lesiones por las que pide que sean indemnizados con cantidades que oscilan entre los 150 y los 300 euros. Para la madre, el Ministerio Público pide el abono de 900 euros y que se le proteja con la prohibición de que se le aproximen a menos de un kilómetro.

Los dos hermanos se enfrentan a penas por delitos de violencia física habitual, amenazas en el ámbito familiar, malos tratos en el ámbito familiar y detención ilegal mientras que a R.B.M. le imputa además la comisión de un delito de abuso sexual y otro de atentado en concurso ideal con tres faltas de lesiones por las que interesa una multa de un mes a razón de 12 euros al día.