«Lo que es gallego no es el pulpo, sino la forma de prepararlo»

El pulpo repite cada año como producto estrella de la feria gastronómica. Los culpables del atracón se esconden en la Casa de Galicia y se hacen llamar pulpeiros.
Francisco Cebreiro.
Francisco Cebreiro.
Francisco Cebreiro.
Hoy no me voy sin saber el truco del pulpo.

No tiene, pero si tuviera no te lo diría. Somos como los inmortales, al que cuenta el secreto le echan del clan.

Dígame al menos cómo tengo que cocinarlo.

Pues el pulpo tiene que cocer 20 minutos; después, un ratito a fuego lento y otro ratito a enfriar.

¿Así de fácil?

Todo depende de la cantidad de pulpos que estés cocinando. Cuantos más, mejor. Más sabroso.

Luego, ¿ahí está el misterio?

Yo no digo nada.

¿Como buen gallego?

No, como buen pulpeiro. Mira, muchos pulpos necesitan menos tiempo a fuego lento, y al revés. Y tienen que enfriar hasta que dejan de flotar y los cubre el agua.

Ya me ha desvelado mucho.

¿Quieres más?, en cazuela grande y de latón, mejor.

¿No estará jugando al despiste?

Cada maestrillo tiene su librillo.

¿Pero el pulpo tendrá que ser, eso sí, gallego?

¡Si no hay! Ahora están sacando pulpos de 750 gramos. Éstos de dos kilos vienen de África. Lo que es gallego no es el pulpo, sino la forma de prepararlo.

¿Y cuál es la mejor?

A la plancha, con salpicón, con mojo canario, frito, asado, escabechado… A mí me gusta mucho con cebolla.

¿Cuántos pulpos pueden llegar a cocinar estos días?

En las ferias de Valladolid se suelen acabar 3.000 kilos de pulpo.

¿No le da pena tener que apalearlos?

Eso era antes, cuando se cogían frescos. Ahora vienen ya congelados en cámara y no es necesario.

Ahora, en serio, dígame el verdadero secreto.

Para saberlo hay que ser de mi pueblo, Carballiño, famoso por su tradición pulpera, aunque somos de interior.

Bio

Tiene 24 años y dice que lo de llevarse bien con los pulpos es cosa de familia. Es de O Carballiño, el pueblo que presume de cocinar mejor los pulpos

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