Cualquier montaña rusa dispara el corazón de 89 a 155 latidos por minuto de media (mínimo de 90 y máximo de 203) en tan sólo 64 segundos. El nivel máximo que se puede soportar es de 220.
Según se reveló ayer en el Congreso de Cardiología de Barcelona , 55 voluntarios que participaron en una prueba experimentaron una lenta subida de 62 metros, seguida de una caída libre de 4 segundos, hasta 120 km/h.
La arritmia continuó, aunque de manera menos importante, en un 43,6% de los casos.
Por ello, los expertos desaconsejan subirse a atracciones como el Dragon Khan con antecedentes de enfermedad del corazón y plantean poner disfibriladores automáticos.
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