Tony Blair defiende su "relación de trabajo" como primer ministro con el magnate Rupert Murdoch

  • Su contacto con el dueño de News Corporation, Rupert Murdoch, fue asiduo desde que el magnate decidió respaldar el Laborismo en las elecciones de 1997.
  • Blair —padrino de una de las hijas de Murdoch— reconoce haber desarrollado una relación "más sana" con el empresario una vez abandonó Downing Street.
  • Un hombre, tras burlar los controles de seguridad, se coló en la sala donde comparecía Blair ante el juez para tildar de "criminal de guerra" al exlíder laborista.
El ex primer ministro británico Tony Blair sale del edificio judicial del Royal Courts Of Justice.
El ex primer ministro británico Tony Blair sale del edificio judicial del Royal Courts Of Justice.
ANDY RAIN / EFE
El ex primer ministro británico Tony Blair sale del edificio judicial del Royal Courts Of Justice.

El ex primer ministro británico Tony Blair y el magnate de la prensa Rupert Murdoch mantuvieron una "relación de trabajo" hasta su salida del Gobierno en 2007, según ha dicho este lunes el político laborista en una comparecencia que fue interrumpida por un espontáneo que le llamó "criminal de guerra".

En una intensa sesión de cuatro horas, el jefe del Ejecutivo entre 1997 y 2007 prestó declaración ante el juez Brian Leveson, en su investigación sobre los estándares de la prensa británica tras el escándalo de las escuchas de News Of The World, el dominical que Murdoch clausuró el pasado julio tras años de pinchazos ilegales.

La intervención de Blair quedó bruscamente interrumpida a las dos horas de su inicio por la irrupción de un hombre que, tras burlar los controles de seguridad, se coló en la sala para tildar de "criminal de guerra" al exlíder laborista y reprocharle a gritos su actuación en la invasión a Irak en 2003.

Una vez las fuerzas del orden redujeron y arrestaron al individuo, el juez Leveson se disculpó ante Blair y prometió una investigación "inmediata" para esclarecer el incidente.

Afán por influir en la prensa

A lo largo de su testimonio, Blair, a quien durante su mandato se le criticó un afán por influir en la prensa para favorecer a su partido —con la ayuda de su asesor de comunicación, Alastair Campbell—, tildó de "inevitable" la interrelación que se establece entre políticos y directivos de los medios.

Aseguró haber optado por gestionar esa relación —que entraña "tensiones" y se centra "en el poder"— en lugar de enfrentarse a los medios, pues una confrontación, dijo, habría acarreado "consecuencias duras".

Recordó, en este sentido, la evolución de su propia relación con la prensa desde que asumió el liderazgo laborista en 1994, un vínculo que fue cambiando a raíz de la derrota sufrida por su formación en las elecciones generales de 1992, bajo el liderazgo de Neil Kinnock. Aquel batacazo en las urnas se le "quedó grabado" en la memoria y le llevó a hacer lo posible para evitar que el Laborismo volviera a ser blanco de lo que tildó de "ataque mediático", explicó.

Se refirió en concreto a su relación estrictamente "de trabajo" con el dueño de News Corporation, Rupert Murdoch, con quien mantuvo un contacto asiduo desde que el magnate decidió respaldar el Laborismo en las elecciones de 1997, que zanjaron 18 años de Gobiernos conservadores en el Reino Unido.

Relación "más sana"

Blair, que se convirtió en 2010 —tras dejar el Gobierno— en padrino de una de las hijas del propietario de News Corp, desarrolló una relación "más sana" con el empresario australiano una vez abandonó Downing Street, según explicó.

En cuanto a tres llamadas telefónicas que mantuvo con Murdoch antes de la invasión a Irak en 2003 —el 11, 13 y 19 de marzo—, aseguró que en ellas no hubo "nada particularmente extraño" y afirmó que jamás pidió "cobertura mediática" al magnate.

Al abandonar el poder, Blair también desarrolló una relación más cercana con Rebekah Brooks, exconsejera delegada de News International (NI) —filial británica de News Corp.—, y que comparecerá el 13 de junio ante un tribunal de Londres acusada de obstrucción a la justicia.

Cuando dimitió al frente de NI, por el escándalo de las escuchas ilegales, Blair envió un mensaje de apoyo a la periodista, de quien puntualizó que no era ella, sino Murdoch, la persona que "tomaba las decisiones" en el grupo.

Campaña contra Cherie

En cuanto a la línea divisoria entre información y opinión en los periódicos, el exlíder del Laborismo ha opinado que se ha derivado en un género de ataque periodístico "muy violento y agresivo".

Sin embargo, durante sus años en el Ejecutivo, algunos periodistas del Mail Group se enzarzaron con su esposa, la abogada Cherie Blair, contra la que algunos reporteros emprendieron una "campaña personal" al llevar sus críticas "demasiado lejos", dijo.

Además de la comparecencia de Blair, esta semana está previsto que también declaren ante esta misma comisión varios ministros del Gobierno del primer ministro conservador David Cameron, entre ellos los titulares de Educación e Interior, Michael Gove y Theresa May, respectivamente, que lo harán este martes. El miércoles prestarán testimonio el ministro de Justicia, Kenneth Clarke, y el de Empresa, el liberaldemócrata Vince Cable, mientras que el jueves será el turno del responsable de Cultura, Jeremy Hunt.

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