Colas de 1,5 kilómetros y cuatro horas de espera

1.000.000 de fieles han entrado hasta anoche en la capilla ardiente. El Vaticano pide a los jóvenes que no acudan a la basílica y que lo vean por televisión
La gente se protege con paraguas de sol durante las horas de espera.
La gente se protege con paraguas de sol durante las horas de espera.
E.F.E.
La gente se protege con paraguas de sol durante las horas de espera.
Un millón de personas (600.000 sólo ayer y 400.000 el lunes, a una media de 300 por minuto) han pasado ya ante la capilla ardiente de Juan Pablo II, en la basílica de San Pedro, según fuentes del Vaticano, que ha pedido a los jóvenes que no acudan a la basílica y sigan los rituales por televisión. En una procesión interminable, cientos de miles de fieles desfilan para ver al Pontífice. La cola llegó a ser de más de un kilómetro y medio de largo y 30 metros de ancho en muchos momentos, y la gente tuvo que esperar una media de cuatro horas antes de poder entrar en el templo.

La basílica de San Pedro, donde se instaló el cuerpo sin vida del Papa, permaneció el lunes abierta durante toda la noche, salvo una hora antes de la madrugada, en que se cerró para proceder a su limpieza. Antes del alba, cerca de medio millón de personas esperaban para dar su último adiós a Karol Wojtyla, en una fila a la que se unió durante la mañana un mar de gente que abarrotó la vía de la Conciliación –que conduce al Vaticano– y las inmediaciones.

Para encauzar las filas, las autoridades han colocado un recorrido vallado y mantienen una estrecha vigilancia, mientras que grupos de voluntarios reparten de forma gratuita botellines de agua entre quienes esperan.

Por los altavoces de la plaza de San Pedro suena música solemne, interrumpida de tanto en tanto por una plegaria en latín, y a través de varias pantallas gigantes, instaladas en la vía de la Conciliación, se ve lo que ocurre en el interior de la iglesia. El ambiente en la espera es de mucha emoción y se alternan las lágrimas con los aplausos.

El ritual vaticano establece que la capilla ardiente , instalada en la nave central del templo, permanecerá abierta durante tres días y tres noches, por lo que sus puertas se cerrarán el jueves, un día antes del funeral que se celebrará el viernes a las 10.00 h.

Se refuerza la vigilancia policial

La enorme afluencia de gente y la llegada inminente de mandatarios de todo el mundo han llevado a la zona a 3.000 policías y carabineros, con perros adiestrados. Además, en la entrada a la basílica otros 120 policías vestidos de paisano se relevan cada 6 horas.

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