La juez manda a prisión a uno de los dos atracadores de San Juan por cuatro robos y no por homicidio

Una juez de Sevilla ha decretado el ingreso en prisión de uno de los dos hombres detenidos el pasado viernes por el atraco a una sucursal bancaria de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) y el posterior tiroteo con la Policía Local en el que falleció una mujer de 54 años de edad tras ser alcanzada por una bala perdida mientras esperaba al autobús en compañía de su hija.
Atraco En San Juan (Sevilla)
Atraco En San Juan (Sevilla)
EUROPA PRESS
Atraco En San Juan (Sevilla)

Una juez de Sevilla ha decretado el ingreso en prisión de uno de los dos hombres detenidos el pasado viernes por el atraco a una sucursal bancaria de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) y el posterior tiroteo con la Policía Local en el que falleció una mujer de 54 años de edad tras ser alcanzada por una bala perdida mientras esperaba al autobús en compañía de su hija.

En este sentido, fuentes judiciales y del caso han informado a Europa Press de que el detenido, Juan Marco G.J., de 56 años y con 20 detenciones anteriores, pasó en la tarde de este domingo a disposición de la juez de Instrucción número 20, en funciones de guardia, quien decretó su ingreso en prisión por cuatro delitos de robo con intimidación y otro de tenencia ilícita de armas.

De este modo, y según las fuentes consultadas, ni la juez ni la Policía Nacional le han imputado delito de homicidio, ya que los agentes de Balística de la Policía Científica continúan analizando el proyectil que acabó con la vida de Concepción Barreiro a fin de confirmar si el mismo fue disparado por los agentes de la Policía Local o por los atracadores y remitir un informe al respecto al Juzgado de Instrucción número 15, encargado de la investigación del caso.

Así, la Policía Nacional le imputó un delito de tenencia ilícita de armas y cuatro delitos de robo con intimidación por dos atracos a sucursales de Camas —el 1 de septiembre de 2011 y el 15 de marzo de 2012— y otros dos asaltos a entidades de San Juan de Aznalfarache, una el 10 de octubre de 2011 y la última el pasado viernes, cuando atracó junto al otro detenido las dependencias que Cajasol posee en la calle Antonio Machado de San Juan Bajo.

El segundo atracador continúa ingresado

Juan Marco es natural de Sevilla y ha sido detenido en 20 ocasiones anteriores, la última en 2001 por homicidio doloso, delito por el que estuvo cumpliendo en la cárcel de Huelva hasta el 28 de abril de 2011. Así, ha sido detenido por la Policía en 13 ocasiones por delitos relacionados con robos con violencia e intimidación, sustracción de vehículos y tráfico de drogas, mientras que su última detención fue la referida de 2001. A estas detenciones habría que sumar otras siete practicadas por Guardia Civil.

De su lado, el otro atracador detenido, Francisco R.G., nacido en 1963 en Écija y con 16 detenciones anteriores, la mayoría entre 1980 y 1990, permanece ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense, donde entró con dos heridas de bala en el tórax.

Fue a las 8,35 horas de este viernes cuando varios particulares llamaron al servicio de Emergencias 112 alertando de que se estaba produciendo un atraco en una sucursal bancaria de Cajasol ubicada en el barrio de San Juan Bajo y de que, incluso, habían escuchado ruidos de disparos, por lo que se dio aviso a Policía Nacional, Local y servicios sanitarios del 061.

Llegaron en un ciclomotor robado

Así, fue avisada una patrulla de la Policía Local que se encontraba cerca del lugar de los hechos, que se trasladó hasta la sucursal y sorprendió a los dos atracadores cuando salían con el botín de la sucursal, momento en que se inició un tiroteo en el transcurso del cual uno de los disparos cruzados entre policías y detenidos alcanzó a Concepción Barreiro.

Los dos atracadores llegaron a la sucursal en un ciclomotor robado el pasado día 22 de mayo en Sevilla y, tras ello, entraron en el establecimiento armados con pistolas y cubriendo sus rostros con cascos integrales de moto, mientras que también portaban ropa de abrigo para tapar la vestimenta que llevaban debajo, lo que se conoce como 'disfraz'.

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