Por primera vez en la historia el partido conservadors mexicano, el Partido Acción Nacional (PAN) dispondrá de mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores al darse por concluído el proceso de calificación de las elecciones legislativas del pasado 2 de julio.

Lo más soprendente es que aún no se sabe quien gobernará el país, ya que los resultados de los comicios presidenciales están aún pendientes de ratificación por la justicia electoral, algo que no había ocurrido en toda la historia de la política mexicana.

El Tribunal Electoral Federal debe aún resolver dos cuestiones: por un lado, las impugnaciones a la elección presidencial , cuya fecha límite es el 31 de agosto y, además, debe designar al presidente electo antes del 6 de septiembre.

El cómputo oficial por el Instituto Federal Electoral dio al candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón, 243.934 más votos que al izquierdista, Andrés López Obrador, quien afirma que fue víctima de un fraude electoral y ha impugnado las elecciones.

Mayoría en las dos cámaras

Así, en el Congreso ya es definitivo que, de las 500 bancas de diputados, el PAN contará con 206 y que 52 de las 128 bancas de senadores serán suyas.

Esto le da a PAN la mayoría simple que le permitiría, según el analista político Salvador García Soto, hacer cambios de leyes pero no reformas constitucionales, por lo que para este segundo caso tendría que negociar con otros partidos.

En segundo lugar quedó el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece López Obrador, con un total de 125 diputados y 29 senadores.

Los dos partidos que se aliaron con el PRD en las presidenciales, el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia, tendrán 16 diputados y dos senadores, el primero, y 16 diputados y cinco senadores, el segundo.

El PAN y la coalición izquierdista están fuertemente enfrentados a raíz de las elecciones presidencial y por ahora se ve lejana la posibilidad de un acercamiento.

Igualmente, dijo García Soto, al PRD no le alcanzaría, ni sumando los diputados de los partidos con los que hizo alianza, para hacer reformas constitucionales, para las que se necesita el voto del 66 por ciento de los parlamentarios.

Por lo tanto, el PRD necesitaría también negociar con otros partidos, y no le quedan muchos pues están su acérrimo enemigo el PAN, y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que quedó como tercera fuerza con 105 diputados y 33 senadores.

También están los partidos Nueva Alianza que contará con nueve diputados y un senador, y Alternativa Socialdemócrata y Campesina con solamente cuatro diputados.

En las próximas elecciones

Ante este repartido congreso deberá enfrentarse el próximo presidente de México que gobernará de diciembre de 2006 a diciembre de 2012.

En todo caso, dijo García Soto, quien quede como mandatario deberá recurrir a la negociación para sacar adelante sus proyectos.

Antes, dijo, debe restituir la relación entre el Ejecutivo y el Congreso, pues el presidente actual, Vicente Fox, "deja dañadas" esas relaciones.

"El reto del próximo presidente será operar con habilidad para tener una buena relación con el Congreso, ya que con Fox casi todo fue de confrontación con el legislativo", dijo el analista del diario, El Universal.

Las reformas estructurales planteadas por Fox en materia fiscal, energética, judicial y política, chocaron con un dividido Congreso, en el que el PRI tuvo la mayoría simple, el PAN fue la segunda fuerza, y el PRD la tercera.