Greenpeace y Ecologistas en Acción han lamentado este martes la declaración de impacto ambiental positiva otorgada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno para la puesta en marcha de dos nuevos pozos petrolíferos en aguas del Mediterráneo, frente a la costa de Tarragona.

Las entidades ecologistas han asegurado en un comunicado que la medida "pone en peligro el medio ambiente y supone un paso atrás en la lucha contra el cambio climático".

Los dos nuevos pozos —Lubina y Montanazo— son propiedad de Repsol y están situados a unos 50 kilómetros de la costa, frente al Parque Natural del Delta del Ebro, y los ecologistas consideran que su explotación es una nueva apuesta por los combustibles fósiles, "a pesar de ser más caros y contaminantes".

Además, y tomando como referencia el "historial medioambiental de Repsol en la zona", creen que es incomprensible la decisión, más cuando todavía está en curso el procedimiento penal contra la empresa abierto en el juzgado número 3 de Tarragona por dos vertidos en la fase de exploración de los nuevos pozos.

Asimismo, ven una "broma" el argumento de que la no explotación supondría el aumento de la importación de crudo y un incremento de emisiones a la atmósfera por el transporte del mismo, ya que la producción interna de España de petróleo no superará el 0,6% del consumo total del país.