Cerca de 30.000 personas pasaron durante todo este miércoles ante la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados en el besamanos a la Patrona y superaron la máxima cifra conseguida el año pasado, cuando acudieron 27.000 personas, según ha señalado Juan Arturo Devís, presidente de la Hermandad de Seguidores de la Virgen que coordinó la iniciativa.

Las puertas de la Basílica se cerraron a la 1.15 de esta madrugada, al paso del último de los devotos, "una hora y media después de lo que venía siendo habitual dado que la plaza de la Virgen estuvo llena de fieles que querían participar durante toda la noche", ha destacado el Arzobispado en un comunicado.

Para el próximo año la Basílica estudiará "adelantar en una hora la apertura de las puertas el día del Besamanos para que, en lugar de a las siete sea a las seis de la madrugada, porque este año había cientos de personas aguardando desde tres horas antes de la apertura".

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro se acercó a la Basílica por la noche, minutos después de las 21.00 horas acompañado por el vicario general del Arzobispado, Vicente Fontestad. Los turnos de visitas se efectuaron con "mucho orden y respeto", con la mediación y atención de unos 40 miembros de la Hermandad de Seguidores de la Virgen y de su Corte de Honor.

Igualmente, la organización repartió 20.000 estampas de una fotografía de la imagen peregrina de la Virgen sin manto ni corona y vendió la gorras y abanicos que ofrecieron en la tienda instalada en la misma plaza. Los donativos recogidos entre los participantes en el Besamanos serán destinados a los pisos de la Fundación "Mare de Déu dels Innocents i Desamparats" (MAIDES), que acogen a personas con enfermedad mental.