El portavoz del grupo socialista en el Parlamento, Mario Jiménez, ha manifestado este jueves ante el Pleno del Parlamento que con los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año y con el reparto del déficit que se ha llevado a cabo para cumplir con el objetivo de consolidación fiscal, se está viendo con claridad que la filosofía del Gobierno de Mariano Rajoy con Andalucía es la de "antes rota que roja".

Durante su intervención ante el debate general sobre la incidencia de los PGE de 2012 en la comunidad, Mario Jiménez ha lamentado que el Gobierno de Mariano Rajoy haya jugado con el interés general de España, actuando de manera "irresponsable y frívola", al no presentar los presupuestos en tiempo y forma para no perjudicar al presidente del PP-A, Javier Arenas, de cara a las elecciones andaluzas del 25 de marzo.

Ha aludido a la campaña de "acoso y derribo" del Gobierno central contra Andalucía, "intentándola asfixiar económicamente", mientras el PP andaluz, por intereses electorales, se mantenía callado.

Jiménez se ha mostrado seguro de que si los PGE se hubieran presentado en tiempo y forma, el coste de los ajustes que se están llevando a cabo en estos momentos sería menor. "Tenemos el peor Gobierno para el peor momento", según Mario Jiménez, para quien los populares están arrastrando a España a una situación inaguantable.

Ha manifestado que al PP nunca le gustó ni el modelo social ni el modelo territorial que consagró la Constitución, de manera que ahora está aprovechando, con una carga ideológica impresentable, para llevárselos por delante.

Aplicar el programa ideológico

Según Jiménez, los PGE presentados por el Gobierno de Mariano Rajoy son el reflejo de un Ejecutivo que no sabe qué hacer y que solo persigue aplicar su "programa ideológico radical de derechas llevándose por delante los derechos de los españoles". "Son unos presupuestos que no sirven absolutamente para nada en términos de solución de los problemas de este país", ha apuntado Jiménez.

El portavoz socialista ha indicado además que los PGE no tienen ninguna orientación económica ni marcan ningún patrón de crecimiento y solo son un "bisturí para sesgar los derechos de los españoles", al tiempo que, clarísimamente, están "orientados contra Andalucía".