Caja Segovia espera convertir su Obra Social en fundación en un plazo de entre seis meses y un año, según ha estimado este jueves el director general de la entidad, Fernando Tapias, en una rueda de prensa en la que, acompañado también por el director de la Obra Social, Malaquías del Pozo, ha comparecido el presidente de la misma, Atilano Soto, para abordar la situación actual de la Caja integrada en Bankia.

Soto ha incidido en que "se batirán el cobre" por esta entidad sin ánimo de lucro, "rostro social" de Caja Segovia que sólo en 2011 benefició a 350.000 personas y atendió a 2.500 colectivos, para lo cual se barajan diferentes fórmulas que en todo caso necesitarán la colaboración de la filial del Banco Financiero y de Ahorros (BFA).

"En el caso de la tasación, no las tenemos todas con nosotros. Si ésta es cero, los desequilibrios se producen bestialmente; si no lo fuera, en todo caso el siguiente paso, insistiendo en la Obra Social por dentro, por fuera es la fundación. Ya lo sabemos desde hace bastante tiempo, el Consejo ya está en ello", ha indicado el presidente, quien ha recordado la voluntad del nuevo responsable de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, de mantener las raíces sociales de las cajas integradas.

Para el presente ejercicio, la Obra Social cuenta con 3,5 millones de euros de presupuesto, una cantidad que Soto ha calificado como "ostensible" pero que asciende a menos de la mitad de los 7,6 con que contaba en 2011. De hecho, Malaquías del Pozo ha avanzado que todas las iniciativas que respalda sufrirán recortes y que los equipos deportivos, para los que supone un importante patrocinador, tendrán que buscar colaboración en otros lugares.

Para garantizar la permanencia del departamento social, la Caja se ha planteado poner en venta algunos inmuebles o locales no necesarios para el desarrollo de la entidad, entre ellos el Palacio de Mansilla, sede actual de la Universidad de Valladolid, según la disposición que ha mostrado su responsable.

"El patrimonio lo está vendiendo todo el mundo. No se trata de vender todo, sino el que sea necesario, para qué queremos algunos centros que están desocupados", ha manifestado Soto en declaraciones recogidas por Europa Press, al tiempo que ha aseverado que prefiere "la liquidez a la cuenta de resultados" y ha precisado que ha habido entrevistas en este sentido pero que, a la espera de que pueda llegar un buen comprador, no hay cerrada operación alguna.

El responsable de la entidad de ahorros ha señalado que además existe un remanente de años anteriores. Tapias ha desgranado que esta cantidad asciende a un millón de euros una vez aprobados los presupuestos, una suma que se triplicaría o cuadruplicaría en caso de crearse la fundación, ya que se fusionarían los activos circulantes de Caja y Obra Social. Adicionalmente, ha apuntado que el activo en cuanto a bienes inmuebles, equipaciones y obras de arte de la Caja se aproxima a los 15 millones, mientras que los de la Obra Social podrían alcanzar los 14 millones tras las tasaciones correspondientes (supera los siete millones a coste de adquisición).

BANKIA,

Una entidad "solvente"

Soto, quien ha expresado su deseo de que la transformación en fundación sea "inminente", ha aprovechado su comparecencia ante los medios para lanzar un mensaje de tranquilidad a los clientes segovianos de Bankia, de la que ha negado que esté intervenida por el Gobierno y ha ensalzado por el contrario los 400.000 accionistas con los que cuenta, sus once millones de clientes y sus 10,6 puntos de solvencia. "Por la calle me preguntan si están seguros sus ahorros y yo les digo que tienen un socio que se llama Estado", ha apostillado.

La intervención del presidente ha comenzado con una muestra de disculpas por la demora en su comparecencia para abordar la situación de Caja Segovia, que ha atribuido a la necesidad de discreción, la "voracidad" de los acontecimientos y la espera para recabar más información.

Durante la misma ha querido trasladar al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, las explicaciones sobre la decisión de integrar la Caja en Bankia y no en un sistema regional, así como sobre los tres procesos en que la entidad segoviana ha estado inmersa. "La comprensión por mi parte del enfado de mi querido presidente es normal. Mi respeto es permanente y espero poderle votar el próximo sábado como presidente de la Junta", ha expresado.

Soto, quien ha resaltado que todas las acciones se ajustaron a la ortodoxia administrativa y a las normas de transparencia, visibilidad y burocráticas, ha recordado que el proyecto autonómico de unir las seis cajas fue rechazado ante la "derrota asegurada" que se preveía, mientras que la alternativa de incorporarse a Banca Cívica fue descartado por el trato "discriminatorio" recibido, ya que la cuota de interés ofrecida no era conforme a las expectativas, como tampoco la actividad financiera o los puestos directivos que se contemplaban para Caja Segovia.

Finalmente, ha dicho, se optó por Bankia, que se presentaba como una "gran oportunidad" para una entidad pequeña, favorecida por la proximidad y aparentemente una distribución territorial "razonable", además de que contaba con un líder, Rodrigo Rato, "destacado". En mayo, ha proseguido, llegó la variación "sísmica", con una nueva estrategia y un nuevo director de orquesta, a la que giró el Banco de España.

Atilano Soto ha reconocido que el proceso por el que se eligió Bankia ha sido un "martirio", pero que no se puede arrepentir de ello aunque no haya terminado como le hubiera gustado.

En cuanto a las voces que claman transparencia sobre las retribuciones a altos directivos, en especial de grupos políticos como UPyD, ha insistido en que la ley prohíbe dar a conocer las cuantías percibidas por otros, bajo multa de hasta 40.000 euros, y que él mismo recomendó a los ejecutivos que hicieran públicas sus indemnizaciones.