El sindicato CCOO ha calificado la Mesa por el Empleo, creada en septiembre entre el Ayuntamiento, la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) y las propias organizaciones sindicales, ha sido finalmente un "fiasco" ante la "falta de impulso y compromiso" por parte del gobierno de Juan Ignacio Zoido (PP) y advierte de que la treintena de reuniones que se han celebrado ha sido antes de febrero, fecha desde la que no han existido "más contactos" entre las partes sobre este tema, según informa.

En este sentido, fuentes de CCOO han señalado a Europa Press que la mesa se creó a principios de septiembre, mientras que a finales de noviembre los sindicatos ya anunciaron que no volverían a participar en las reuniones hasta que no se produjera una reunión al más alto nivel para solucionar el "mal funcionamiento" de la comisión.

Así, aseguraron en su momento que "sólo se trataban pequeñas menudencias, mientras que las decisiones de los grandes temas de Sevilla se están tomando sin contar con ella", y que no había miembros del gobierno local "como tal", sino "expertos sin responsabilidad política", por lo que echaban de menos personas con capacidad decisoria para el establecimiento de políticas a largo plazo que contaran con respaldo presupuestario.

Además, cabe recordar que se han estado produciendo contactos hasta febrero entre las partes, pero finalmente no se ha llegado a una solución por el momento. "Desde que nos levantamos de la mesa no se ha vuelto a producir ninguna reunión técnica, por lo que la treintena de reuniones a las que alude Zoido en su balance de gestión son anteriores a febrero", sentencian.

Las mismas fuentes lamentan el "fiasco" de esta iniciativa y subraya que hasta el momento no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo en una mesa que "fue abandonada por la falta de impulso y compromiso de Zoido. Igualmente, advierten de que el plan de ajuste aprobado por el Ayuntamiento para acceder a las herramientas de financiación estatales para el pago a proveedores "imposibilita" cualquier tipo de acuerdo al "condicionar por diez años la política presupuestaria e influir negativamente en las inversiones y en la creación de empleo", concluyen.