La alcaldesa de Órgiva (Granada), María Ángeles Blanco (PSOE), ha renunciado a cobrar su sueldo, de unos 32.000 euros anuales, tras las supuestas presiones a las que dice estar sometida por los grupos de la oposición (PP, PA y Los Verdes) y para evitar las "bajadas salariales" y los "despidos" en la plantilla municipal que estos partidos reclaman.

En declaraciones a Europa Press, la regidora ha dicho que si depende de ella "no habrá despidos" en el Ayuntamiento pero ha querido aclarar que esta medida "no es una bondad" porque al estar liberada tendrá que regresar a su trabajo y compaginar su jornada con la "ya de por sí difícil" gestión de un municipio.

"Los alcaldes deben de cobrar y dedicarse plenamente a su pueblo porque de lo contrario la gestión se resiente", ha clamado la regidora, que retomará sus funciones como directora del Centro de Día de Mayores de Órgiva, donde, según ha dicho, cobra "lo mismo que de alcaldesa" pues ella lo decidió así al acceder a la Alcaldía.

En la actualidad, el PSOE gobierna en minoría en el municipio con seis ediles mientras que la oposición la conforman PP —con cuatro ediles—, PA —con dos— y Los Verdes —con uno—.

Esto favoreció que la oposición tumbara en el pasado pleno el plan de ajuste presentado por el equipo de gobierno local —que pretendía, entre otras medidas, eliminar una plaza de libre designación, reducir la redacción de proyectos y regular la tasa de agua potable—, y que se aprobara otro propuesto por el PA que contempla, entre otras decisiones, una bajada del diez por ciento de la remuneración de los altos cargos y una subida máxima del cinco por ciento de la tasa del agua.

Además, y según ha explicado la alcaldesa, la oposición quiere que se amorticen dos plazas —una de arquitecto técnico y otra de asesora jurídica— para "las que ya existe consignación presupuestaria". Y de hecho, el PP ya ha convocado un pleno extraordinario para abordar el asunto.

Blanco no está de acuerdo con la medida, toda vez que ambos puestos están ocupados desde 2009 y lo que se dirime ahora es si se sigue con el concurso público para cubrirlos de forma definitiva o no.

Así las cosas, y para evitar estos despidos y las bajadas de salario en la plantilla, la regidora ha renunciado a su sueldo a fin de "que haya ese dinero" en las arcas municipales, si bien insiste en que esto es una decisión forzada por las circunstancias y con la que a su entender no se beneficia a la gestión del municipio.