Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) estima que se cuelan sin billete un 3% de pasajeros, lo que varía entre el metro (3,45%) y el autobús (2,15%).

A diario suponen una media de 39.384 usuarios del suburbano y 14.612 del bus, en este caso sólo en laborables. Son sus últimos datos correspondientes al 2011, que revela un exhaustivo estudio —que se repetirá este año— sobre el fraude observado, contabilizando a los usuarios vistos colándose, y el detectado, obtenido a partir de los datos que arroja la actuación de los interventores, que ponen multas, también a quienes van con un billete inapropiado.

El observado se registró entre octubre y noviembre, y, si bien no se usa la misma vara de medir —para el suburbano se contaron semanas enteras, y para el bus sólo laborables—, logra una radiografía bastante fidedigna, con un margen de error de +-0,3% en metro, donde hubo 4.170 horas de observación, y +-0,2% en bus, con unas 1.700. Los datos varían en función del día de la semana en metro: de los 7.985.215 pasajeros semanales, se cuelan 275.690, si bien en día laborable no pagan billete 35.712 y en fin de semana —lo que incluye viernes porque se abre hasta más tarde—, son 44.280 diarios; en bus, de los 680.731 viajeros de media cada laborable, no pagan 14.612.

Sin embargo, en TMB están satisfechos, pues, tras ver en 2009 que el fraude era excesivo, sobre todo en el metro, donde se colaban el 6,63%, implantó una batería de medidas y se ha reducido a casi la mitad —siendo del 3,83% en 2010 y 3,45% el año pasado—, y en bus ha pasado del 3,27% en 2009, al 3,20% y 2,15% en 2010 y 2011, respectivamente.

Las medidas incluyen controles masivos planeados con la ayuda de un aplicativo inteligente que detecta las 'zonas calientes' con más fraude; cambiar torniquetes —donde se duplica los que se cuelan— por puertas automáticas en el metro, que ya representan el 77% de puertas; haber doblado la multa por colarse, ahora de 100 euros; vigilancia en vestíbulos y buses, y campañas publicitarias que buscan remover la conciencia de quien no paga.

Con el aplicativo inteligente se controla a menos pasajeros en el metro pero se caza a más infractores, de forma que en 2011 se intervinieron 4,1 millones de viajeros, y se impusieron 71.282 multas, con lo que el 1,75% fueron interceptados sin billete o con uno inadecuado, mientras que fueron sobre el 1% en los dos años previos.

El bus es más estable, y, aunque controla a más pasajeros —2 millones en 2011—, el fraude se mantiene entre el 0,86% y 0,88%, imponiéndose el año pasado 17.239 sanciones: entre metro y bus se multó a 88.521 pasajeros, sanciones por las que TMB obtuvo 1,2 millones de euros, pero la compañía no detalla lo que no pudo cobrar.

TMB cree que su lucha antifraude agrada a la mayoría que paga billete y destaca que ha alcanzado un "fraude estructural", aquel que difícilmente reducirá porque siempre hay quien evite pagar, a la vez que está en la media de otros suburbanos: una comparativa internacional del 2010 de 19 ciudades muestra que está por debajo de la media del 4,14% del fraude observado.

Destaca que no tiene un afán recaudador sino que más usuarios paguen billete, y que toda la acción antifraude "han tenido un retorno", de forma que le es beneficioso que haya más que abonen el billete aunque deba invertir en medidas, destaca el responsable del gabinete de estudios de la compañía, Marc Dargallo, estrategia que podría tener que replantear de seguir descendiendo el fraude.