Josefa Celda pide que celeridad en la exhumación de los restos de su padre fusilado y enterrado en una fosa de Paterna

Lamenta que el Consistorio la está retrasando enviando el expediente a 'conselleries' que no corresponde y triplicando pasos del procedimiento
Josefa Celda, Hija De José Celda, Republicano Fusilado
Josefa Celda, Hija De José Celda, Republicano Fusilado
EUROPA PRESS
Josefa Celda, Hija De José Celda, Republicano Fusilado

"Tengo una espina clavada en el corazón que quiero quitarme antes de marcharme, llevar a mi padre con mi madre y dejarle un ramo de flores". Así lo ha manifestado este miércoles Josefa Celda, hija de José Celda, un agricultor de Massamagrell perteneciente a Izquierda Republicana que fue fusilado en el Paredón de Paterna el 14 de septiembre de 1940, según su hija, acusado de crímenes que nunca cometió.

Durante más de 70 años, Josefa ha guardado la carta con la que su padre se despidió de ella antes de morir y un mechón de cabello que ahora podría ser útil para comparar el ADN de sus restos. Además, gracias a la complicidad del enterrador a quien la hermana de su padre pagó una propina, fue enterrado en la parte de arriba de la fosa con otros 15 republicanos, —dato que figura también en el registro del consistorio—, y entre sus restos, una botella con su nombre escrito.

Con estas pruebas, no sería necesario remover toda la fosa, únicamente la primera capa, ha explicado Josefa. Sin embargo, pese de que el alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí le ofreció su apoyo y se comprometió a correr con los gastos del proceso, que inició en 2008, Josefa ha lamentado que en los hechos "están retrocediendo".

Al principio "se nos pintó todo muy bonito", ha recordado, pero con el tiempo lo están "poniendo bastante difícil". Así, ha explicado que el Ayuntamiento ha sacado hasta en tres ocasiones (30 de noviembre de 2010, 27 de abril de 2011 y 27 de julio 2011) a exposición pública el expediente para proceder a la apertura de la primera capa de la fosa, por si algún familiar de los que allí hay enterrados quisiera presentar alegaciones —legalmente basta con una vez—, y ha enviado el expediente a 'conselleries' que no corresponde.

En este sentido, el coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica (GPRMH), Matías Alonso, que ha acompañado a Josefa en rueda de prensa junto a otros dos familiares de enterrados en la misma fosa, ha explicado que el consistorio paternero trasladó el expediente a la Conselleria de Justicia, que determinó no era su competencia. Después se envió a Cultura, "que tampoco tiene nada que ver", ha remarcado, ya que la normativa establece que es Sanidad la que decide sobre el traslado de restos óseos, "pero aún no le ha llegado", ha criticado.

Alonso ha querido alertar de que Josefa se encuentra ya en "tiempo de descuento", puesto que el Ministerio le concedió en diciembre de 2011 una subvención para llevar a cabo la exhumación que caduca en un año y si el procedimiento se sigue alargando tendrá que devolverla. De hecho, no es la primera vez que ocurre algo así, ya sucedió con Pedro Alcorisa, en este caso competencia del Ayuntamiento de Valencia, que lleva más de tres años sin resolverse, ha recordado.

"Podemos estar en la misma situación", ha advertido, y ha querido "urgir" para que se traslade el expediente a Sanidad.

Dos hermanos que se oponían a la apertura de la fosa ahora la apoyan

También los hermanos Pablo y Fernando Olivares han estado presentes en la rueda de prensa para relatar cómo han pasado de oponerse a la apertura de la fosa a apoyar la causa de Josefa. Los restos de su abuelo y de su tío, ambos con el nombre de Fernando Granell descansan en la misma fosa el padre de Josefa.

Según han relatado, recibieron una llamada del registro del Ayuntamiento de Paterna que les comunicó si daban su conformidad para la apertura de la fosa y ellos interpretaron que se removerían todos los restos. No obstante, han lamentado que nadie les explicó las peculiaridades del caso. En aquel momento no se les comunicó que los restos eran los de José Celda, que había evidencias de que se encontraba en la capa de arriba, que no se pretendía escavar más allá y que se enterró con una botella con su nombre.

Fue más tarde al conocer a Josefa en persona y enterarse de todo, cuando cambiaron de opinión, y no solo no se oponen a la apertura de la fosa sino que hoy han acudido a la rueda de prensa a mostrar su apoyo y "colaborar" con ella.

"Yo no puedo reclamarlo —ha dicho Fernando en alusión a su abuelo y su tío— porque a lo mejor está debajo del todo" pero si tuviera pruebas como Josefa, un "punto de referencia" de donde está, también lo intentaría, ha asegurado.

Josefa tenía solo 8 años cuando se llevaron a su padre, un hombre que se ganaba la vida en el campo. En 1940 marchó unos días con su hija a Canals, donde le había surgido un trabajo para segar arroz. Al regresar, los nacionales lo arrestaron por crímenes cometidos esa misma semana, siendo Josefa la única testigo de que en esos días su padre ni siquiera estaba en el pueblo. "Mi padre está muerto inocente", "nunca se manchó las manos de sangre" pero "lo acusaron de todo lo que quisieron y más", ha aseverado.

En aquella época, "no mataban a los que hacían sino a aquellos que no podían doblegar", ha apuntado Josefa, y ha recordado las palabras que su padre escribió en una carta para ella y para su madre antes de su muerte, "que vayamos con la cabeza bien alta, que él no había hecho daño a nadie pero que no le olvidemos", ha concluido.

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