En 1996, la UNED puso en marcha un nuevo plan de estudios para animar a los discapacitados a estudiar una carrera o un posgrado. Desde entonces, este colectivo disfruta de matrícula gratuita si el estudiante acredita al menos un 33% de minusvalía.
Muchos de sus compañeros, e incluso personal de la propia universidad, se prestan voluntariamente para ayudarlos con los apuntes o los desplazamientos. Por su parte, la Unidad de Atención a la Discapacidad permite que resuelvan sus dudas académicas con los tutores.
Muchos de sus compañeros, e incluso personal de la propia universidad, se prestan voluntariamente para ayudarlos con los apuntes o los desplazamientos. Por su parte, la Unidad de Atención a la Discapacidad permite que resuelvan sus dudas académicas con los tutores.
Facilitar la asistencia
Además, desde el año 2000 existe un plan de erradicación de las barreras arquitectónicas, que se aplica tanto en el campus como en el interior de las facultades (rampas, brai-lle en los ascensores, aseos acondicionados). Con ello, pretenden facilitar la asistencia de los alumnos cuando necesiten realizar trámites administrativos, exámenes o asistir a sus tutorías.
El responsable de estas iniciativas es el vicerrector de Alumnos, Francisco Claro, que nos explica la situación: «La UNED pertenece al Ministerio de Educación. Aun así, no tenemos ninguna ayuda por parte del Estado para hacer frente al más de un millón de euros que gastamos cada año para ayudar a estas personas». Más información en www.uned.es.
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