«Todo empezó cuando mi madre me regaló una guía de pájaros. Conseguí unos prismáticos y empecé a observar vencejos desde el balcón de mi casa», recuerda Gimisó.

Como la afición crecía, a los 13 años sus padres le matricularon en un curso de observación de aves en el Zoo.

Ahora, Joan Carles Gimisó es un gran especialista en aves. Las ha observado por casi todo el mundo: Europa, norte de África, Alaska, New Jersey, el Yucatán... Ha visto más de 800 especies. La que más le sigue impresionando es la lechuza de Tejman, «un ave que en Catalunya puede observarse en los Pirineos y que es una reliquia de la glaciación», apunta. Pero arde por poder contemplar un cóndor de California.

Gimisó, con sus compañeros, participa en campeonatos de observación y son casi imbatibles. Consiste en observar o escuchar el mayor número de aves en 24 horas.

«Empezamos en el Maresme, de allí nos vamos a Queralps, bajamos al Delta del Ebre, volvemos a subir al Empordà y acabamos en los Aiguamolls», resume.

La experiencia y su título de campeones de Europa les han decidido a crear la empresa Birding Catalonia. «Nos ofrecemos como guías de observadores de aves. Vienen de todas partes, sobre todo ingleses», asegura.

Gimisó ha conseguido incluso aplicar la informática a la ornitología. Así, ha creado el programa BirdGest, que permite controlar la observación de aves en todo el mundo. Información: www.birdgest.com o www.jcgimiso.net.