Los centenares de musulmanes que acudían al centro religioso precintado esperan una solución mientras «rezan en solitario» o deben «coger el coche o el autobús» para ir a otras mezquitas en otras localidades, como «la de Santa Coloma en la calle Sant Andreu», según reconoció a 20 minutos el imán de Badalona, Taoufik Cheddadi.
Todo parecía resuelto cuando el consistorio y la comunidad musulmana acordaron que los fieles realizarían sus plegarias en una nave industrial de Gorg, que debe remodelarse. De momento, la comunidad musulmana asiste a un pabellón los viernes para llevar a cabo sus plegarias. «Estamos decepcionados porque las promesas no se han cumplido y la situación se enfría y se olvida», comentó Cheddadi.
El primer teniente de alcalde, Eduard Tortajada, explicó que se está intentado seguir con «las negociaciones para cerrar una situación transitoria».
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