La asociación SOS Bebés Robados ha superado esta misma semana el centenar de socios (cuenta con entre 115 y 120) con niños desaparecidos y ha hecho un llamamiento para pedir ayuda de psicólogos, abogados y detectives en las diferentes provincias para poder atender todos los casos.

Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press la presidenta de la Asociación, María Labarga, quien ha incidido en que, a raíz de la concentración celebrada recientemente en León, han salido bastantes socios y "todos los días" se reciben llamadas, por lo que hay momentos en los que "no dan de sí".

Actualmente, el colectivo tiene un abogado colaborador, pero está en Madrid y atiende también los casos en esta Comunidad, por lo que cuenta con mucho trabajo, y ahora se han puesto en contacto con un procurador en Valladolid que ayudará con las denuncias, ya que hay siete u ocho "pendientes de poner".

Labarga ha indicado que la Asociación se centra ahora en mantener contacto con los grupos parlamentarios de Castilla y León, llevan ya dos reuniones con el PSOE; han mantenido encuentros también con el Grupo Mixto, con el que afirman que han encontrado el mayor apoyo, y esperan una reunión con el PP que intentan agilizar ante la cercanía del fin de la actividad parlamentaria.

Un asunto "horroroso" para las familias

Desde el punto de vista familiar, Labarga ha afirmado que es "horroroso" cómo afecta independientemente de la situación, que es muy diferente en función de las circunstancias de cada una.

Así, la presidenta de SOS Bebés Robados ha explicado que hay mujeres que han sospechado que les había ocurrido esto "toda la vida" y han vivido con ello porque no se podía exteriorizar, ya que hace diez años las hubieran tratado "casi de locas".

En este sentido, ha asegurado que, una vez que ha comenzado a salir el tema a la luz, han llegado a recibir llamadas de médicos de cabecera que han manifestado tener una paciente que llevaba toda la vida diciendo que le habían robado a su hijo y estaba en tratamiento.

Otra de las situaciones que viven algunas de las familias que se agrupan en torno a esta asociación es la de personas que lo sospechan ahora y no antes porque nunca pensaron que pudieran robarles un bebé y, sin embargo, ven las mismas pautas que en otros casos como el hecho de que no quisieran enseñarles el cadáver o que vieran bien al niño en un momento dado y "de repente se murió".

Labarga ha señalado además el "sentimiento de culpa" que tienen algunas familias, algo que considera que no debería ser así, pero piensan que deberían de haber hecho "algo más" o haber "exigido más"

Asimismo, ha añadido que hay otras circunstancias como la que vive ella, que con 38 años se ha enterado de que sus padres realmente no lo son. "Te acuestas pensando en ello, sueñas con ello y te levantas pensando en ello, es una obsesión, no es un aspecto más de tu vida, es el centro de tu vida", ha aseverado.

Casuística en cyl

En cuanto a los casos que se han producido en Castilla y León, que se desarrollaron entre los años 40 y el año 2000 —aunque el "boom" fueron los 60 y 70—, María Labarga ha explicado que hay todo tipo de situaciones, pero ha señalado hospicios y casas cuna en los que podrían haberse producido estos robos.

Por un lado, ha explicado, hay casos en los que se dejaba al niño para que la madre pudiera recuperarse o trabajar y, aunque estaba bien, cuando se volvía a verlo "ya no estaba".

Por otra parte, hay nombres de médicos que "se repiten muchas veces", pero sólo son sospechas, aunque los hay que "cometen apropiaciones" que presuntamente serían delictivas y están localizados en Burgos y León (uno en cada provincia).

Sin embargo, Labarga ha indicado que se han producido hasta el momento 37 denuncias y quedan muchos casos por denunciar, ya que hay familias que tienen un poco de "desidia" al buscar documentación, otros que lo intentan y la encuentran o aquellos socios nuevos que han iniciado ahora el proceso.

Asimismo, ha señalado a aquellas personas que son hermanos del presunto bebé robado, que inician la búsqueda pero que tienen una madre que vive pero es muy mayor y "se pone malísima" cuando se hace referencia a ello, por lo que quieren evitar que lo sepa y no denuncian ya que lo primero que se haría es llamar a esta persona a declarar.

En definitiva, sólo hay un caso judicializado en toda la Comunidad, algo que considera "muy triste" porque los fiscales no han tomado la iniciativa, son todo denuncias en los juzgados, cuando en León cree que se han archivado casos que se podrían investigar "bastante más" dado que, a su juicio, hay indicios de delito. Además, considera que por el hecho de que un médico que pudiera estar involucrado en los casos haya fallecido, no debe archivarse el caso pues cree que una persona sola no puede hacer esto y habría más gente a su alrededor.

La provincia en la que más casos hay es León, donde precisamente se han archivado cinco de diez casos denunciados por SOS Bebés Robados, seguida de Valladolid, donde además se prepara una concentración para el primer sábado de junio, aunque aún queda por determinar el lugar.

Poca esperanza

A pesar de todo este trabajo, María Labarga cree que se va a dar "carpetazo" a todo este asunto, que se agrava al no haber un criterio claro sobre la prescripción del delito o no.

En este sentido, ha explicado que jueces y fiscales no se ponen de acuerdo sobre la cuestión, que los afectados ven como delitos de lesa humanidad, que no prescriben, por lo que "hasta que no se repone la condición del detenido, sigue estando detenido", pero hay otras interpretaciones en las que se entiende que la detención ilegal prescribe a los 15 años de la mayoría de edad. A este respecto, la propia Labarga pone como ejemplo su caso, ya que se enteró a los 38 años. "Que la expliquen cómo quieren que denuncie algo que yo no se", ha afirmado.

Por todo ello, aunque pretenden agotar todas las vías posibles en España, las diferentes delegaciones de la asociación ya han iniciado una recogida de firmas para acudir al Tribunal de Estrasburgo.

Paralelamente, a nivel nacional se ha pedido ayuda a la Fiscalía General del Estado, pero en Castilla y León están "sobrepasados de trabajo" y tienen muchos "puntos a tocar", aunque sí tienen intención de dirigirse al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad.

La presidenta de la asociación cree que hay que seguir haciendo un esfuerzo y seguir con las concentraciones porque considera que es la "única forma" de darse a conocer ante la sociedad.