El 'ladrillo' ha resultado el gran problema español. O como dijo The Washington Post, la española es "la madre de todas las burbujas inmobiliarias". El excedente de pisos sin vender en España es grande y su venta harto complicada.

Con una economía en recesión, unos precios de la vivienda que han bajado, pero no tanto como deberían haber hecho y unos bancos que han endurecido mucho las condiciones para dar una hipoteca, comprar un piso es una operación para pocos bolsillos.   

De modo que el stock sigue ahí, enorme. El último informe del servicio de estudios del BBVA asegura que la reducción del excedente de pisos "está avanzando a ritmo lento" por culpa de una economía que se contrae. Y ello, señala, pese al bajo nivel de actividad en el sector (apenas se construye).

El banco calcula que a finales de 2011 la sobreoferta se habría situado en el entorno del 4% del parque de viviendas, ligeramente por debajo del 4,1% del año precedente.

El último informe 'Situación España' de BBVA afirma que "sigue sin vislumbrarse un cambio de tendencia en el sector inmobiliario" y que los indicadores disponibles "siguen reflejando la debilidad del sector".

Además, explican los economistas del banco, la demanda "se mantendría en los valores mínimos alcanzados en el segundo semestre de 2011". En consecuencia, añade, la actividad "sigue en mínimos".

El informe del BBVA considera que los factores más influyentes tanto en la evolución de la demanda como de la oferta residencial son la posición cíclica de la economía, el mantenimiento de las expectativas de disminución de los precios y las dificultades de acceso al crédito.