Un marido detenido recientemente en la ciudad de Shanghai (este de China) por asesinar a su esposa, confesó ante la Justicia que la había matado porque ella no le dejaba fumar, informó hoy el diario chino "Xinmin Evening News".

El hombre, del que sólo se facilitó su apellido (Hang) reconoció que desde que inició su afición por los cigarrillos, aumentaron las peleas entre él y su esposa.

Desaveniencias que acaban en tragedia

Las desavenencias acabaron en tragedia cuando un día la mujer decidió esconder el dinero de su marido para evitar que comprara más tabaco, por lo que Hang, preso de la ira, la estranguló.

En China hay 350 millones de fumadores, en su mayoría hombres, y se calculan en unos 600 millones los fumadores pasivos.

Aproximadamente 1,2 millones de chinos mueren cada año por enfermedades producidas por la adicción al tabaco.